El concepto de pecado tal como se presenta en Prim. de Juan tiene relación directa con la Ley Divina. Se trata de la enorme dificutad que tienen los seres humanos para cumplir con los preceptos divinos, los que no sólo están inscritos en el Decálogo, sino que en nuestra propia conciencia interna. Los llamados códigos sociales de conducta son meros reflejos o sombras de la ley moral universal inscrita en nuestro ser profundo. Dada esa enorme dificultad de ser justos de verdad se pide ayuda a Cristo para ser fuertes y fieles a su voluntad. El perdón es sólo el primer paso para ir reconstruyendo día a día la justicia que rompemos cada día. Quienes no se sienten pecadores no perciben la distancia que hay entre como se es y cómo su propio Verbo Divino Interno o su Ideal, le llama a ser. Lamento la superficialidad de algunos comentarios que aparecen aquí. Felicito a los que estudian profundamente estos temas sin mezclarlos con doctrinas incompatibles con el pensamiemto religioso como es el agnosticismo, el marxismo, el relativismo o el ateismo confrontacional y militante. Saludos. Fernando Edmundo.
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