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ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
18/11/2012, 08:14
Lo más importante del otro es que no es un objeto dialéctico; es un conflicto en potencia, y su actualidad se entreteje siguiendo un patrón a partir del que lo podemos conocer. Conocer al otro es la razón que subyace a todo conocer.

El otro es la principal condición extensiva. No hay nada en el mundo que se le pueda comparar. Absolutamente nada. ¿O no es la ciencia primerísima la especulación de un pensamiento, por sí, falto de objeto?. Vg. pensar el objeto supremo, este es, Dios.

¡A santo de qué se iba a pensar en algo si no hubiese sitio en el pensamiento para el otro!. El camino contrario, la dialéctica y la obsesión sustitutoria del pensamiento, conduce, irremediablemente, al instante de la falta y el error del pensamiento. Es por ello que el otro está ahí aun cuando no haya ningún otro ahí. El otro, pues, no es tautológico; mejor visto, ninguna extensión es comparable a él.

Es más que probable que el origen del otro se encuentre en la fenomenología de la escucha. La del origen lenguaje, por supuesto. Una contradicción de esta idea está en que los sordos piensan, como yo lo veo, mucho más que los que oyen. Por eso me extraña que los más grandes filósofos no hayan sido todos sordos. Una interesante variación de esta idea es algo que ya escribiera Schopenhauer acerca de que si la finalidad de los hombres hubiese sido pensar habrían nacido sordos.

Por otro lado, esta idea ha sido profundamente malinterpretada con ideas del tipo de la metáfora del espejo. Vg. la dialéctica y el psicoanálisis. Una es el encerramiento del pensamiento; la otra, su atajo indiscriminado. En esencia, son lo mismo.

Esta última idea la esbocé hace meses refiriéndome a la temporalidad del inconsciente. Que yo sepa es un tema que trataron Freud y Lacan. Aunque admiro mucho a Freud, no admiro en nada a Lacan. Si no estoy confundido, no hay temporalidad sin experiencia. ¿No será su conciencia, entonces, algo tardío que es sustancialmente distinto de su -propia- temporalidad?

El error del pensamiento, su pecado fundamental, está en que abstrae de suyo su causalidad. Vamos, que piensa de suyo, como digo, ¡de buenas a primeras!

La palabra no es sino el signo que representa al otro, nada más. Sin embargo, se piensa el otro como si el otro pudiera ser pensado de buenas a primeras, como se piensa una cosa cualquiera, como si fuese un pensamiento que no necesitase especial preparación.

Pensar nunca ha sido algo fácil, cómodo ni rápido. El pensamiento simbólico sólo tiene de pensamiento que lo neutraliza de una vez; invierte el pensamiento en su falta. No en vano, siempre he llamado a ese modo de pensar gramática de idiota; ¡porque no piensa!.

Pensar, más bien, es difícil, incómodo y lento, muy lento. Y así es que pensar el otro requiere filosofía. Pensar el otro no es “pensar” en él.

Koli33
19/11/2012, 11:13
Estimado Alberto, sí que es una buena problemática la existencia del otro.

Expongo una line de acción y reflexión, por el cual lo he pensado, en tanto me he pensado como el otro.

Aludiendo a la importancia e implicaciones del pensamiento en ello.

El pensamiento le pone, le marca, le inflige el fin y el principio, los supuestos límites a las formas de la materia sensible, y no sensible, de la cual es él también, como acción, uno de sus tributos, formas y productos.

Como capacidades de participación en la acción productiva de la mente que se manifiesta a través y por medio del pensamiento.

Tenemos que pensar, por separado, en la acción que no se reduce a la forma, elegida empleada por la acción que se manifiesta, y a la forma creada empelada por la acción en su manifestación.

A la forma tal vez se le pueda poner y encontrar un límite, un principio y un fin, pero a la acción casi es imposible encontrárselo o dárselo.

Por ejemplo: puedo mentalmente por la acción de mi pensamiento encontrar y determinar la forma precisa y objetiva de un tomate, puedo decir y determinar, como limitar su realidad, y decidir o afirmar donde empieza y termina el tomate, lo que no puedo determinar, me cuesta mucho o ya es algo más difícil de pensar, es la acción que actúa se manifiesta, se expone manifiesta al mundo por la forma específica del tomate.

Sabemos que a través y por medio de su forma, se manifiesta el agua, la luz del sol, capturada sintetizada por ciertos minerales, reacción y composiciones químicas, por cierta estructura composición física y no es que estén en si en el tomate, como cosa en sí, si no que están en el tomate como acción movimiento estructural por el que se conforma se sostiene constituye el tomate en su manifestación, en su forma sobre la realidad.

A esta acción no le podemos poner un límite, y decir que empieza aquí y termina ahí, o allí, porqué la forma del tomate puede ser traducida a otra forma como acción, va a ser traducida a otra forma como acción, por ejemplo puede ser traducida como acción, o incorporada como acción, o asumida como acción, por otras formas, como por los contenidos químicos, celulares de mi sangre, o de la tierra sobre la que se pudre traduce su acción, en y hacia otros componentes, estructuras construcciones y formas constitutivas del mundo por los que se difunde y manifiesta la acción.

En tanto la acción que actúa se manifiesta, se difunde por medio de la conformación aparente limitada de una forma, es casi imposible de determinar y reducir a la forma por la que en un momento dado tal acción se piensa a sí misma, se construye, compone a sí misma en su manifestación y expresiones.

Por aquí entiendo y comprendo la complejidad productiva constructiva del lo que llamo la acción del lenguaje de la vida.

Pero resulta que no todo termina aquí, ya que descubro lo que llamo la acción productiva de la mente, la manifestación de la mente, carente en un principio de lenguaje, es decir una forma por la cual pensarse y manifestarse, sobre la acción de la vida ya manifiesta.

Y hete aquí, que la mente, sí quiere manifestarse sobre el medio y la realidad en forma independiente, primero tiene que crearse, construirse, apropiarse de su propio lenguaje, de su propia jerga, un ropaje visible, diferenciable al lenguaje, la gramática viviente, por medio del cual estructurase en sus formas y construcciones.

Y la mente en su necesidad se vale de las formas vivientes, como principio referencial, para en principio improvisar y establecer su propia gramática, jerga simbólica, a partir de la constitución de una forma gramatical la mente se puede expresar, manifestar, expedir sobre la vida , como lo otro extraño e incomprensible, como otra acción, que se puede expedir recién a partir de la traducción transformación a su propio lenguaje, y en cuanto al mismo, una vez constituido, empezar a desarrollarse en los ensayos de su pensamiento.

Para recién a partir del mismo, poder pensarse y manifestares, sobre la acción productiva de la vida, a través y por medio de sus construcciones y formas, mentales, es decir que entiendo a la acción de la mente, actuando a través de su construcciones, formas mentalmente pensadas, diseñadas, para poderse mover manifestar actuar, evolucionar y crecer a través de ellas, en contraste a lo manifestado por la acción de la vida.

En tal sentido lamentablemente comprendo al hombre y al otro, reducidos y limitados a una mera forma, siendo en función de una forma mentalmente pensada, creada, determinada, dada por las necesidades productivas de la acción de la mente, que escapa en mucho a ellas y que no se reduce a ellas, a las fromas, los sujetos por medios de los que actúa y se manifiesta, difunde en su acción. Acción que solo puede evolucionar, pensar y manifestarse, actuar y difundirse como acción a través de ellas.

El otro es construido creado por la necesidad, de una mente que actúa y se manifiesta, por medio de nuestras formas, apropiándose de las formas, en tanto que valiéndose del sometimientos de las formas por la que se manifiesta difunde la vida en su indefinición.)

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
19/11/2012, 12:54
El otro es un problema que requiere una idea para ser pensado. Pensar al otro no es como pensar un tomate, ni como se piensa la espacialidad.

El otro es la representación del problema moral: bajo qué idea es pensable la moral, y qué relación guarda esa idea con el resto de ideas.

El otro se sirve de un término afectivo que no entra en su representación de cualquier forma; la distinción del otro es que entra antes; en muy buena medida, estaba ya ahí.

Yo no elaboré una idea del otro pensando en él. La idea tradicional del otro, por ejemplo, de la filosofía, la sociología y la psicología social, no me satisfacía. Pensar el otro no era capaz de representarlo con justificia.

La idea del otro no puede ser una otredad cualquiera. Es una idea moral de la que, a priori, no hay idea; ha de ser, por tanto, una idea sintética, una idea elaborada para que el otro pueda ser pensado. Sin esa idea no hay una idea a priori del otro; y sin no hay una idea a priori del otro, entonces, lo que se piense de él no guarda relación íntima con él y su concepto; sería un pensamiento del otro indeterminado; se pensaría algo, pero no lo que, a priori, puede ser pensado. ¿Qué se piensa, pues, del otro, cuando se cree estar pensando en él?

Sin ir más lejos, hace unas semanas hablábamos de la distancia. Pensar es creación de distancia. Pensar es una acción sensible sin sensibilidad; no es un pensamiento sustancial que “se piense”; no hay nada que se piense; sería una interioridad inaproximable, como una “cosa en sí” que, para desgracia filosófica, es pensada como si fuese una cosa que estuviese en algún lugar. ¿O no he dicho que llamo a ese modo de pensar gramática de idiota?

A este propósito, el otro ocupa, indudablemente, un espacio; pero no un espacio como el que ocupa un tomate, un mueble, una palabra en un texto, una neurona en un cráneo, o un paseante con el que chocamos al andar. ¡No! El otro ocupa un espacio íntimo, de ahí que la presencia del otro es apercibida de una forma distinta del resto de las cosas.

Este último es un tema en sí mismo. Me inclino a pensar que si no somos capaces de tener ideas del pensamiento a la altura de sus experiencias más problemáticas, no habrá mucha diferencia entre pensar y no pensar; entre pensar mucho y no pensar, prácticamente, nada. Pensar debiera llevar el pensamiento al límite consigo mismo, a su auténtica asimetría fundamental, cuando el pensamiento es una distancia consigo mismo en una diferencia sustancial. Ahí, las categorías a las que el pensamiento está más habituado, caen; no son una garantía.

Sin embargo, mi postura no es nada parecido a una discontinuidad filosófica. Si hay grandes diferencias, la idea del pensamiento tendrá que hacer esas diferencias pensables. Esa idea no es ninguna discontinuidad; es, mejor visto, una vuelta a la filosofía que deje de lado muchos de sus extravíos últimos.

Los últimos extravíos de la filosofía no trajeron nada que no tuviese de suyo su supuesta novedad. Así pues, si su historicidad lo tenía de suyo, ¿a santo de qué le añadimos algo distinto de lo que ya tiene de suyo?

Koli33
20/11/2012, 08:30
Primeramente no estamos en condiciones de expresarnos sobre nada y sobre nadie, porque todo lo que existe, inclusive este lenguaje, del que me expreso, son producto de la violencia y la inmoralidad, no de uno, si no de cientos de miles de actos de una inmoralidad pura descarada, sistémica, durante siglos, contra toda forma de manifestación viviente, por nuestros actos pensantes.
Este conocimiento, este instrumento, “el lenguaje”, del que me expreso esta fraguado en la sangre, por la violación, el deprecio, la negación, el no reconocimiento, la explotación, la persecución, el exterminio, de miles de millones de personas.
Esta y no otra civilización, es la que se encuentra cimentada en la tragedia, el horror, la depreciación y negación de la vida. Y uno como ser vivo, como todos aquí, a no ser que haya quienes no esté vivos, somos víctimas, como productos consecuentes de esta depreciación, que no repara en nada ni en nadie.
Y asumiéndome y reconociéndome en esta tragedia como parte de este olvido y falta de conciencia, conocimiento, revestido de tanta tecnología y ciencia, es que digo, pienso, siendo y reconociéndome parte de ella, que esta civilización no sirve para nada.
En consecuencia la ética, la moral, la filosofía, el pensamiento, la ciencia, el lenguaje, y toda la serie de credos, instrumentos de dominio y explotación por el estilo, no sirven para nada, son instrumentos ciegos y cómplices de esta degradación constante de la vida. Sencillamente porque no respetan no creen ni se respaldan en la vida de la que se sirven y alimentan.
Y si alguno se siente herido, en su nobleza, soberbia, enaltecido ego, mala suerte.
Y cuando cuestiono, me auto cuestiono como producto de esta barbarie, no tengo necesidad de salir a buscar chivos expiatorios, o culpables y herejes entre las mujeres y los niños de otras tierras, aplastados por este desarrollo.
Ni necesidad de encerrarme metiéndome adentro de un frasco de vidrio, para emitir juicios puros neutrales, sintiéndome libre, ajeno, e independiente de los acontecimientos inteligentes de este mundo.
Lo que no evita que no diga, ni exprese, un motón de estupideces, en tanto que no caiga en mis propias trampas, por estar usando y apelando este instrumento tan traicionero como la palabra.
Un saludo

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
20/11/2012, 09:32
Primeramente no estamos en condiciones de expresarnos sobre nada y sobre nadie

¿Y, si es así, a qué viene decir cualquier cosa?. Un pensamiento no empieza con un "No ..."; empieza con una idea, y se extiende a partir de ella (*).

A mí me interesa la filosofía. En este tema, me interesa la cuestión del otro; como su respuesta es problemática, me pregunto qué es lo que falla ahí: ¿qué falta en su cuestión?.


Lo que no evita que no diga, ni exprese, un motón de estupideces, en tanto que no caiga en mis propias trampas, por estar usando y apelando este instrumento tan traicionero como la palabra.

Yo no pongo la palabra al nivel del pensamiento. Pienso con ideas, no con palabras.

Respecto al discurso antropológico en el que insistes, no es filosofía sino política: ideología y teoría crítica de la sociedad. Tiene su lugar, pero reducido a su campo. Si la economía no es la filosofía primera, ¿por qué la tratamos como si lo fuese?.

La idea de que la economía sea una ciencia primera puede sonar arcaica y a materialismo trasnochado. Precisamente, yo, no lo creo. Sin ir más lejos, es un tema de actualidad mundial. Pero la reflexión materialista sobre el otro (Vg. Marx y Feuerbach) tiene conceptos muy deficientes, cuando no falsos o, simplemente, inexistentes (**).

(*) Con un breve detalle podría no tener nada más que decir de este tema. La categoría de la negación no puede ser abstracta; es una categoría negativa sin realidad.

La idea del otro tiene que estar en algún sitio distinto del de su representación; el otro no es cualquier otro. No son lo mismo; ¡falta una distinción!. El otro ha de ser una idea sintética; tiene que ser una idea pensada para que el otro sea pensable.

(**) Estimo mucho a estos pensadores, pero no en este tema; eran aproximaciones al problema, no un conocimiento cierto sobre él. Paradójicamente, no dejan de hablar de ciencia, lógica y verdad. Este detalle no parece ser advertido por ninguno de los hegelianos que siempre hablan de lo mismo como si, verdaderamente, hablasen de algo.

Sorprendentemente, la sociología ha pasado a un cambio estructural interno. La sociología marxista, por llamarla de alguna manera, pues, en mi opinión el marxismo no es sociología, abstraía las individualidades, siguiendo su inercia, sin otra unidad de concepto que su dependencia de la sustancia material (***). Así pues, el concepto sociológico marxista era una sociología de miras muy cortas, sin apenas sitio para el cambio. Esta época, y en lo relativo a Europa y en lo que a mí me concierne como europeo, se han mostrado ciertas anomalías estructurales de las que su sistema económico depende .

(***) En este punto viene como anillo al dedo una reflexión sobre Fenomenología del espíritu. El marxismo, para su sorpresa, podría elaborar los conceptos sociológicos que necesita para pensar la sustancia social.

Marx fue un admirador entusiasta de la obra que comento. Es una obra, en mi opinión, del todo prescindible, Su cuestión, por el contrario, es la piedra de toque de una disciplina como la sociología. Aclaro, en todo caso, que yo no debo absolutamente nada a Hegel. Tampoco creo que se pueda decir que ninguno de mis conceptos sociológicos sea marxista. Aun así, en estos foros se me ha tenido por marxista, cuando siempre he sido un crítico de Marx. (Sobre este tema, hay en estos foros una buena cantidad de textos con las discusiones mantenidas entre Pompilio Zigrino y yo).

Koli33
20/11/2012, 11:36
Para hablar del otro me tengo que posicionar si o si en algún lugar, conquistado por la violencia, sostenido por la violencia, me tengo que posicionar sobre su tierra, su vida, su mundo, su muerte, su negación, su reducción, si el otro no habla lo más probable sea porque le he arrancado la lengua, con algunos métodos muy interesante de tortura, y le haya privado por siglos de toda forma de habla de opinión, del derecho de opinar y pensar argumentar sobre mí, mi queridísima violencia, primacía, y lugar de poder, al someterlo como esclavo, al vencerlo y derrotarlo en la defensa de su vida y su tierra de su mundo.

No puedo cuestionarme sobre la existencia del otro, los otros, al margen o en el olvido de la violencia, y los atributos jerárquicos del empleo legal del manejo de la lengua hegemónica. Este necesario, “o moderno de moda problema” de preguntarme interrogarme sobre el otro, los otros, me revuelve las tripas por el lugar de la enunciación que estoy usurpando, en quien estoy siendo o convirtiendo, y a quien estoy supuestamente representando, remplazando, más cuando lo hago dese una cultura una civilización que no respeta la vida, que no considera la vida.

Y este acto, este no reconocimiento ni respeto de la vida, de toda forma de vida, no me permite el dialogo y el encuentro con el otro.

En cuanto a la política, a la economía, fundada en la violencia y el saqueo, en el dominio y la explotación, creo que todas han sido y son justificadas, como fundas en sus argumentos por variadas filosofías y formas, métodos de conocimientos, prácticos, científicos, lingüísticos religiosos, de subordinación y sometimiento de lo vivo.

Entonces si nos cuestionamos y criticamos estas formas económicas, como filosóficas, políticas, de saber sobre el asunto, a partir de imponernos con la violencia sobre la vida, procurando allanar otras formas no existentes a nivel de la civilización, de economía y convivencia amparadas en el respeto y la consideración de la complejidad y eficiencia de la vida sobre la tierra, vida sustentada en una forma productiva en tanto esto, económica, como en una gramática discursiva, a partir de un lenguaje propio, que nos es totalmente desconocida despreciada e ignorada, y que por lejos muy superior a toda nuestras formas de economía.

Y si el lenguaje de la vida, la gran complejidad de la economía de la vida pondera y respeta, en tanto que considera y depende de todos sus interlocutores desde los microbios y gusanos más simples hasta los supuestamente más complejos, y claro está que considera y contempla también hasta el engreído mamífero superior, por el que espera, que antena desde su egocentrismo y altruismo de superioridad absoluta contra la vida toda.

Ante lo dicho, me pregunto dónde está escrito, que las formas económicas de la vida, que tuvieron éxito sobre la tierra no haya sido lo primero, ni sea lo esencial a la hora de aprender sobre economía. A partir de un creciente aumento de la complejidad y la diversidad participativa de todos los interlocutores que conforman por la acción un medio prospero donde esta tiene y se da a lugar.

Todo lo contrario a nuestra formas sociales culturales de economía que proceden por la reducción, la limitación, la negación, la exclusión, de los interlocutores, como con la perdida y reducción de la complejidad de todos los espacios y medios ambientes, donde prospera la regulación y el control jerárquico dé la segmentación y de la concentración económica.

Siempre dejo lugar a una mala interpretación, a una errónea o limitada lectura de la realidad porque pretendo ser consciente de mis limitaciones, en tanto que expuesto a una mejora de las mismas.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
20/11/2012, 12:09
me pregunto dónde está escrito, que las formas económicas de la vida, que tuvieron éxito sobre la tierra, no haya sido lo primero.

Con todos mis respetos, está recién escrito en mis palabras. La forma económica es una hipótesis ecológica sin idea de sí. Necesita otra idea para ser pensada.

Ciencia primera, en ese sentido, se refiere a primera en tanto que primera al conocimiento. Por supuesto, hay una modificación continua en el orden: primera, segunda, tercera; [primera], [segunda], [tercera]; [[primera]], [[segunda]], [[tercera]]; ...


Siempre dejo lugar a una mala interpretación, a una errónea o limitada lectura de la realidad porque pretendo ser consciente de mis limitaciones, en tanto que expuesto a una mejora de las mismas.

¿Y dónde pones el límite al error intrínseco de esa mejora, en una conciencia propia sin conciencia propia?

Por último, querría insistir en que la idea de este tema es una idea sintética, la del otro. No es una idea antropológica para articular un discurso que no defina sus reglas.

La moral de la sociología empieza con una buena dosis de cinismo (*). El problema, por tanto, es el siguiente: dado que pensar el otro no es como pensar una cosa cualquiera, ¿qué se piensa cuando se piensa el otro?; o, dicho de otro modo, ¿no será el pensamiento del otro una distancia con él?; y, aun cuando fuese así, ¿con qué garantía pensamos al otro y, además, lo hacemos parte de un conjunto?.

(*) No querría que se me malinterpretase, pero la sociología no es el lugar para liberar tensiones sociales. Eso lo hace la dialéctica, que no es una ciencia propia; para que ese tipo de ideas sean sociología han de poner en claro su objeto de pensamiento. Si la sociología usa la distancia es porque busca cómo unificar las distintas individualidades. La sociología no tiene nada que ver con la moralina comteana de la mejora social; la izquierda tan embebida del discurso socialista y el marxismo no son sino una modalidad de esta moralina. Según yo lo veo, una mejora moral no es posible sin una idea sintética de la moral; y no hay idea moral sin idea del otro.

La moral no es pensable como el resto de las cosas pensables. ¿O qué pensamos que es pensable de la moral?

Koli33
20/11/2012, 14:15
Estimado ; es evidente que hablamos de lugares distintos, de saberes distintos, de parámetros disciplinares distintos, de nuestros pretendidos saberes, o formas , o modalidades de leer e interpretar el mundo, en un sentido o en varios sentidos, reconozco tu saber, el lugar del que hablas, los parámetros científicos crediticios de la academia, muchos son el objeto de mi crítica.

Sabido es que occidente se piensa como el centro del mundo, la panacea del progreso y el desarrollo.

No tengo problema de dialogar confrontar con ellos, intercambiar distintos saberes y modos de saber, como criterios muy otros para valorarlos, siempre y cuando se me reconozca en mi distinto lugar del “saber” y preguntarme por el lugar del no saber, al cual no tengo problemas en frecuentar, es parte de mi escuela, sin maestros, ni autoridades, como la posición, descentrada, marginal de mi experiencia, de mi vida.

No tengo problema , es todo un gusto, si se me reconoce en mis diferencias, porque de lo contrario, el saber domínate, hegemónico, absoluto, seguirá haciendo lo que sabe hacer , eliminado, excluyendo, matando gente, combatiendo las diferencias, de saberes otros, de culturas otras, deshaciéndose desoyendo cualquier clase de oposición a sus deseos y objetivos, a su fuerza y violencia, a su directivas discursivas, buscando ocuparlo todo , controlarlo regirlo todo, con su saber y con su “contemplación”.

Yo por ejemplo me pregunto cuánto podrá saber una civilización especializada en producir y promover la miseria a partir de la riqueza, la pobreza extrema a partir de lo extraordinario de estar vivo. Aunque no lo parezca estos son parámetros, que yo empelo como validos, para comprar, para evaluar el tan exitoso y reconocido conocimiento del desarrollo occidental.

Yo comparo lo que produce crea la vida desnuda y cruda desde su ignorancia y lo que percudimos creamos nosotros, desde el conocimiento concentrado y convalidado por siglos de experimentos y prácticas.

Me he preguntado y dudado de por qué conocimiento y hacia que conocimiento inclinarme, arrodillarme y pedir perdón.

Pero si tu consideras que la vida no está en el principio, como fuente genuina de toda conocimiento, de toda forma legítima de conocer, y evaluar otros conocimientos a partir de si se la retribuye y reconoce con el respeto que su saber y acontecer llevan, conllevan, bueno no hay problema, manejamos distintos parámetros, y hemos idos a distintas escuelas, somos productos de distintas pedagogías.

Mi consciencia se extienden la tierra que piso, que tomo incorporó en mis alimentos, al agua que bebo, a la mujer que amo, a los otros que abrazo estimo y quiero.

Y en relación con mi mundo y conciencia es que intento aprender desplazándome en mi intento de crecer hacia ellos, no creo tener una conciencia en el sentido de una conciencia encerrada y limitada, autista e independiente, pero puedo estar equivocado, ya que reconozco otras conciencia y otros estados mentales de estar sobre la tierra, en tanto que de actuar y dirigirse sobre ella, a los que estoy en condiciones de respeta y considerar.

ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO
20/11/2012, 16:12
Entiendo tu posición. Puedes pensar como más te guste.

Para mí, pensar, en buena medida, requiere sutilezas del pensamiento que el pensamiento, de buenas a primeras, no tiene; es por ello que tiene que aprenderlas y adquirirlas; ¡pensar!.

No estoy de acuerdo contigo en diferenciar los tipos de conocimiento como occidental, instituido, etc. Creo que es mirar a otra parte cuando hay algo ahí. Mira, por ejemplo, el tema que están tratando en este foro sobre las diversas nociones del tiempo. Para mí no hay tal problema porque, en ocasiones, busco ideas con la mayor universalidad posible. Siguiendo este ejemplo, es claro que el concepto del tiempo es una idea plástica.

En relación a la vida, no sé de qué hablas. Lo que ocurre es que, para mí, la vida no es pensable; se experimenta (entiende, por favor, que presumo que, en lo que respecta al diálogo, somos iguales, no uno más que el otro). No me atraen las ideas sobre las experiencias propias; son un collage de ideas y sentimientos más cercanas a un cajón de sastre que a una idea del pensamiento.

Lo de la economía lo decía porque la economía es una disciplina principalmente teórica. El interés de la economía no está en las ideas que nos vengan a la cabeza. Sin esas ideas de las que te hablo, no hay ningún fenómeno de mucha importancia sociológica. Yo hablo de eso. Por ejemplo, la crisis económica que atraviesa Europa no es entendible sin algunas nociones macroeconómicas; si no se sabe nada de macroeconomía, no se entienden ciertas relaciones causales que hay por debajo de la economía; en su lugar, se ponen fetiches de masa. En este sentido, el principal fetiche es el pensamiento microeconómico. El pensamiento microeconómico, que usa términos más intuitivos, no es continuo con el macroeconómico; su mediación requiere un concepto o idea que no hay de suyo (esto es lo que impide que muchos economistas sean incapaces de pensar económicamente). Sin embargo, y como dije, al ser la economía una disciplina teórica, sus fundamentos han de estar en ella, no en la experiencia de pensarla; en todo caso, esta idea es problemática y requiere filosofía.

Con respecto a los parámetros de los que me hablas, a mí me gusta el estudio tanto como el pensamiento y el pensamiento como el estudio (en mi opinión, no son distintos). No concibo una cosa sin la otra. Afortunadamente, yo puedo dedicar mucho tiempo a estudiar y a pensar. El filósofo es, en gran medida, un tipo ocioso dedicado a eso; no soy alumno, profesor, ni nada parecido que pudieras considerar institucional; pienso y estudio. No voy a tabernas a organizar concentraciones, protestas, ni pretendo exaltar los ánimos de gente sensible; eso es política, no filosofía. Esas cosas las veo de otra forma.

Por último, decirte que en ningún momento he dejado de respetar tus ideas. Si en algún momento, te ha parecido lo contrario, lo lamento; te ofrezco una disculpa.

Un saludo

Koli33
21/11/2012, 18:33
Alberto está todo bien, aprecio la honestidad de tus planteamiento, siempre me han movilizado, y creo que lo seguirán haciendo a laguna forma de reflexión, de cuestionamiento, ya no queda mucha gente que abiertamente exponga sus convicciones y e interrogantes, su reflexión y compromiso, en un foro abierto a la participación, en la búsqueda y construcción de la ampliación de los horizontes de la comprensión.

Y esto para mí en estos tiempos, de muchos silencios, es algo muy valeroso.

Ahora hablamos de lugares distintos, de experiencias distintas, con el propio lenguaje, con el propio conocimiento, del lugar del cuerpo, del lugar de la experiencia o lo experimentado en nuestras vidas, en relación con el conocimiento, en relación con la palabra. No creo que la vida se pueda experimentar sin el cuerpo, que el lenguaje y el conocimientos, el dolor y la explotación, la negación y el desprecio, o la indiferencia se puedan experimentar, sufrir, gozar, padecer, etc., sin el cuerpo, pero estamos en dialogo, como te digo, esta es una apreciación personal, pude y de echo deben de existir otras.

Creo que el mundo está compuestos por muchos más saberes, muchos saberes otros, y que los nuestros, integran el mundo de la experiencia del y los múltiples saberes por ahí perdidos desperdiciados, y esto es algo comprendido medio reticentemente, antes pensaba en la existencia de un único saber convalidado por el orden único de un único discurso dominante.

Por eso yo no temo, es más me alegro ante el no saber, que el otro con su vida y experiencia me enseña, y esto ha sido siempre así, me he apropiado de un saber trasmitido portado por la vida y la experiencia del otro, que por regla general me vinieron a remplazar, al desplazarme y generosamente o hacer ver y comprender de mi ceguera, en cuanto al pretendió saber, monolítico y único sobre las cosas.

Te estoy hablando de la experiencia, de mi experiencia con el otro, pedagogía sin maestros de y con la convivencia con el saber del otro, por ejemplo cuando adolecente, y por causas varias hice abandono total de la secundaria, dictadura mediante, mi familia se traslado a vivir en un zona rural de Montevideo, y desde ahí incursionaba hacia el interior profundo de Uruguay a trabajar de peón, en campos de parientes, relacionándome con múltiples personas, familias, modos y formas de vivir , estar en y sobre la tierra con otros, a esta intensa formación acompañaron luego algunos libros, dificultades económicas y dislexia mediante leí lo que pude cuando pude, de los que tome y me apropie de la palabra.

Pero voy a la situación, en ese momento se decía a nivel universitario, de esculea, que la gente del interior profundo de mi país vivía en la ignorancia y el atraso, era mayoritariamente ignorante sin saber leer y escribir, que no tenia futuro , y que sus hijos estaban condenados al atraso, entonces se empezó con una campaña discursiva, desde el poder , y el lugar privilegiado del poder letrado, en tal sentido,. Y que termino ocurriendo que cientos de miles de compatriota terminaron compraron tala discurso, en tanto solo soñaban con emigrar hacia la ciudad, no era apara menos, es gente muy humana, como respetuosa y amante de la familia, y sus hijos. No se iban a quedar en el atraso, y la ignorancia eterna.

Cualquiera de estos individuos que tuve la suerte de conocer, sabia domar un caballo, ordeñar vacas, atender partos de sus animales, hacer un alambrado, un poso para conseguir agua, carnear y hacer facturas caseras, manejar el siembra de trigo, sevada, maíz, papa, zapallo etc., etc., como conservarlos para que no se pudrieran, estaban los que araban con bueyes como era el caso de mi tío, manejaban toda calce de conservas y dulces, el cuidado y el manejo de los cueros, la solidaridad y las fiesta , correeras, bailes, casamientos, cumpleaños yerras con todos los vecinos, el manejo del ganado , la majada, el de las praderas, etc., etc., esta gente era ignorante, a esta gente se le vendió de que eran ignorantes y que vivían en el atraso.

Sabes donde termino la gran parte de esta gente, sin estudio, estimado Alberto, en los bordes, en las periferias de la ciudad, siendo parte de la población de los llamados cantegirles, los marginados, de mi país, por los avatares de un discurso modernista y progresista que les decía, les vendió la idea, de que sus hijos no tenían futuro en el interior profundo de mi país, hoy despoblado y colonizado, en manos de los grandes emprendimientos trasnacionales de la soja tangencia.

Esta gente cargada de soles, amaneceres, lluvias, olores y tierra, practicantes de una generosidad y hospitalidad insultante, nuca más vivida ni experimentada por mí, siendo duramente explotada
En jornadas de doce y más otras de trabajo, no conocen de leyes, no saben escribir, son ignorantes, brutos, canarios atrasados del campo, y sus hijos donde terminaron, sus hijos en el camino al desarrollo y el progreso, viviendo entre la basura y de la basura, drogándose prostituyéndose, delinquiendo, desde los nueve años, quien le cobra, al conocimiento, a los discurso hegemónicos, tanta violencia, tanta masacre.

Y me imagino que esto y esta clase de expresiones y experiencias hacia el desarrollo y el progreso, se practico por toda la América profunda, y no ahora, si no que por siempre, como un castigo divino, contra culturas y pueblos enteros, no alfabetizados.

Esta gente es la que me devuelve la esperanza, esta gente es l que me sigue enseñado dignidad, cosa de mi y del otro únicas, sagradas en el sentido profundo de la palabra, de poder encontrarme en la dignidad, a partir de reconocerme como un sujeto vivo, como parte de la tragedia, como parte del problema, y espero como parte de la solución a no más se con mi voz.

Cuando hoy estando en Foz de Iguazú, grupos de guaraníes, una y mil veces perseguidos, son llevados a la universidades, como objetos de estudios y a conferencias, y dicen, nos dicen que nos guardan rencor, y que saben que nos estamos conduciendo al suicido y que pese a todo, aguardan rezan por nosotros.

Bueno Alberto dejo por aquí el asunto, y si hay gente de estas latitudes espero que aporten y se animen a participar, a embarrarse, a equivocarse todas las veces que sea necesario, que no saber no es un delito, ya sabemos por donde pasa los delitos, es más pienso que este no saber puede ser el que nos salve, en esta construcción y desafío que tenemos por delante, empezando por curar y reparar sanar heridas, y sobre todo por rescatar y recupera otros sentidos de la palabra.

Un saludo