Hablando con un compañero de trabajo sobre algunas de sus fantasías más ocultas, me llamó la atención que me dijo que a él siempre le había gustado vestirse de mujer, que lo veía como algo que, desde pequeño, le apasionaba y que además, tenía algunos amigos que se encontraban por todo el mundo y que compartían la misma pasión. Me dijo que, aunque pudiera parecer extraño, eran muchos los que se apasionan con este estilo de vida y que no quiere significar nada malo, todo lo contrario porque se sienten libres de sentir lo que tienen en su interior sin obstáculos ni nada por el estilo. La verdad que me llamó mucho la atención esta confesión y por ello le agradezco su amistad.