Algunos amigos me ven como un bicho raro cuando digo que me gusta vivir en mi piso solo, sin compañía de nadie y que tampoco tengo pensamiento de tener una relación en los próximos años, ya que quiero centrarme en mí, en mis estudios y en mi crecimiento personal. Esto es algo que pocos llegan a comprender, pero yo me siento feliz teniendo lo elemental en mi hogar, desde un lavavajillas pequeño para mis pocos platos que uso, junto con un sofá cama para ahorrar espacio y tener más lugar para mis aficiones que no son pocas. Esto consigue en mí una libertad y una independencia que muchos amigos no tienen ni tampoco comprenden.