“Si consideramos atentamente la cuestin vemos que la determinacin positiva est en el lado de lo no-independiente, y la negativa en el lado de lo independiente. Al sealar el primero como no representable por s, volvemos al punto de partida, slo que en doble negacin” (Investigaciones Lgicas, Edmund Husserl)
En lugar de preguntar, “qu tal ests?", debiramos preguntar, “qu tal estoy?”. La franqueza de la mirada ajena no puede compararse de la irremediable superficialidad de la propia, la de uno.
Aunque me cueste comprenderme a m mismo, no dejo de intentarlo. Es ms fcil comprender a otro, a uno que sea como uno (*). Que “yo” se conozca primeramente y con prioridad (**), no sobre otro cualquiera, sino sobre otro como “yo”, es una falsedad que se comprueba en las primeras fases del desarrollo infantil; la capacidad de reconocerse es primaria en tanto haya, para decirlo de cierta manera, una “degeneracin”, una negacin de lo que era primario (***), no hace falta profundizar innecesariamente en un aspecto del que grandes pensadores se desentendieron completamente.
(*) Me resulta incomparablemente ms fcil comprender el pensamiento de los filsofos que estudio que el mo. Para empezar, el de ellos, en su mayor parte, est escrito; la mayor parte de las ideas que me inquietan estn por elaborar; una vez he avanzado algo, en tanto sea posible, trato de cuestionar lo avanzado hasta, en el mejor de los casos, negarlo (****).
(**) El “yo” no est disponible como reflejo consciente desde el principio sino de manera embrionaria e indeterminada. El recin nacido sabe, de alguna manera, que es l y no la madre (*****). La negacin del “yo” (*****), estar lanzado al mundo, es algo que viene desde el principio (******).
(***) La cualidad afirmativa de la negacin, que lo negativo es, implcitamente, una afirmacin negada, es una verdad vaca; hasta aqu, podramos cambiar lo “negativo” por lo “afirmado de manera compleja”, por fases y con cierta penetracin.
La negacin primeramente no es otra cosa que un aadido mental; no hay ningn ”no” que sea primario, sino que siempre tiene supuesto un recorrido. Ahora bien, el mayor inters de la negacin no est en sus primeros pasos, sino en lo profundo y, en cierto y modo, “infinito” de su recorrido, que pudiera nunca terminar.
(****) La complejidad de lo negativo, que la negacin no es un trmino simple, rara vez es tan rica como en la reflexin y la experiencia del pensamiento; lo negativo, visto desde el pensamiento, es la posibilidad de contraponerse a algo hasta, en el ms rico de los casos, completarlo (*******), esto es, que la contraposicin sea agotada. Si no hubiera una “negacin” que estuviera, de alguna manera, en marcha, la reflexin jams podra llegar a ella.
(*****) Esto es, a pesar de la madre, sabe que es, tiene resuelta su oposicin.
(******) No nos referimos a otra negacin del “yo” distinta de la relacin del mundo con lo que no sea l. No es, por tanto, un “no-yo” figurado como superacin de lo que sea la cosa, sino que es algo que hay en l y para lo que est preparado. “Yo” no requiere otras figuras que las que no tenga.
(******) Si lo negativo no tuviese trmino, no cumplira lo que le es propio, negar.
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