Eso es asunto de la Curia. Nosotros sabemos que tenemos la confesión y el propósito de enmienda de no volver a cometer pecado. Puede haber sacerdotes de tendencia homosexual y ser magníficos sacerdotes conservando la castidad.
El Papa Francisco, ya lo hizo antes Benedicto XVI, ha dicho en repetidas ocasiones que no se deben ordenar personas con tendencia homosexual. Pero ya hace, desde mucho tiempo atrás, que se está intentando minar la autoridad moral de la Iglesia desde dentro de ella. Esto continuará así hasta el final de los tiempos, la sempiterna lucha del bien contra el mal.
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