Y bienvenido a estos foros.
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¿ Qué opinas de la Biblia ?
Vale. ¿ Fuiste evangélico, católico, etc. ?
Gracias. Y ese Dios en el que crees, no es el bíblico, supongo ...
Desde luego que no. El dios de la Biblia fue creado por el hombre, a su imagen y semejanza. Se podría decir que es un superhombre, con todos los defectos del hombre en grado superlativo. Visto todo desde esta perspectiva; se pueden asumir los disparates de la Biblia: No son obra de Dios. Son obras del hombre, y solo del hombre, amparándose para sus felonías en el absurdo escudo: DIOS LO QUERÍA. DIOS LO ORDENABA.
¡Embusteros! ¿Alguna vez Dios ha hablado con vosotros?
Háblanos, entonces, del Dios en el que crees, ya que no se trata del bíblico.
Voy a ser muy escueto y sincero: Nada sé de Él. Ni siquiera tengo la certeza que exista. Tengo las mismas razones para creer en Dios como para no creer. Sin embargo, he observado una cosa. Cuando he querido prescindir de la creencia en Dios, he sentido un vacío deprimente. Te encuentras solo en el universo. Sí; digo bien. Puedes estar en un lugar público, rodeado de gente, y sentirte completamente solo. No eres nada para nadie. Cada uno va a lo suyo. Incluso sus soledades son mayores que las tuyas.
En cambio, si crees en Dios, tienes la esperanza de que a alguien le importas. Y, puestos a fardar, ese Alguien es muy importante.
El que cree en Dios es como ese niño que comienza a andar y lo hace con arrojo, porque intuye que las manos de su madre están muy cerca y, un segundo antes de la caída, lo evitarán.
Es muy posible que el niño se lleve un buen coscorrón. Pero… ¡y lo feliz que fue el niño pensando que todo el patio era suyo!
Gracias por explayarte tanto, y con detalles muy interesantes. Creo que has dado en el clavo al evocar los nexos que existen entre la creencia en la existencia de un Dios, y la necesidad de uno sentirse protegido contra la soledad en el Universo gracias a nuestros progenitores. Lo cual corrobora mi postura sobre el Padre Celestial como siendo el padre terrenal idealizado superlativamente.
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