Mi mujer adora las pizzas que hago, y es que le pongo todo el empeño y la dedicación para que salgan no solo ricas, sino también bonitas. A veces me da por hacerles formas divertidas a las pizzas, o incluso creo algunas de degustación como me gustan llamarlas para que cada una tenga un sabor diferente y poder, en un futuro, crear otras diferentes, ya que a día de hoy solo tenemos dos o tres variantes. Antes las hacía en el horno, pero desde que mi pareja me regaló una pizzera eléctrica todo ha cambiado. No confiaba en estos productos, pero debo decir que son muy útiles, gastan muy poca electricidad y el resultado es inmejorable, solo sobrepasado por las que hacen al horno de piedra.