La curiosidad mato al gato, o eso es lo que he escuchado en todo momento cuando he intentado hacer algo fuera de lo común. Pienso que la curiosidad no ha matado a demasiados gatos, sino que les ha dado la oportunidad de conocer cosas nuevas y mucho más atrayentes, porque al final tenemos curiosidad de las cosas que nos llaman la atención. Creo que la gente tiene como una especie de barrera mental que no les ayuda a progresar, cuando lo que deberíamos de tener es como una barrera automática que se abra a nuestro paso, algo que vemos desde lejos que puede estar cerrado y no pasar, pero con un mecanismo se abre y vuelve a cerrar detrás de nosotros.
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