Interesante composición la de esos personajes.
Pero no te preocupes: jamás tendrás un encuentro con uno de ellos.
Y tampoco tendrás ningún encuentro con las jinetes del apocalipsis, ni las escucharás tocando trompetas, ni quebrando sellos.
Interesante composición la de esos personajes.
Pero no te preocupes: jamás tendrás un encuentro con uno de ellos.
Y tampoco tendrás ningún encuentro con las jinetes del apocalipsis, ni las escucharás tocando trompetas, ni quebrando sellos.
Dios no solamente juega a los dados
sino que los lanza donde no se les puede ver.
Y se acerca la Justicia Universal de la mano del que pregunta ¿Quién cómo Dios? >>> http://elsembradorluz.com/2018/10/03/la-llegada-del-arcangel-miguel-a-la-tierra/
"Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor" (Mateo 24:42) por eso el anuncio >>>
http://elsembradorluz.com/2018/10/03/la-llegada-del-arcangel-miguel-a-la-tierra/
Naves saliendo del sol >>> http://elsembradorluz.com/2018/10/03/la-llegada-del-arcangel-miguel-a-la-tierra/
Estás tomo los testigos de Jeová:::
El 3 de octubre llegará el arcángel miguel a la tierra -- Pero ya estamos a 6 de octubre......
Y el viaje del sol a la tierra le tomaría unos 8 minutos si se viene rapidito. Y los ángeles pueden.
respecto al video: perdóname el comentario, pero es lo único que se puede decir:
ja ja ja juaj juar arhghh cof cof cof juar juar, ja ja jo jo juuuu jjjji ji.
Dios no solamente juega a los dados
sino que los lanza donde no se les puede ver.
Tus palabras.Es el tiempo el que te dará la razón
Dios no solamente juega a los dados
sino que los lanza donde no se les puede ver.
"!!Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" (Mateo 12:34-37)
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