Declaran que Dios NO mandó una plaga a egipto para asesinar a los primogénitos inocentes, y al mismo tiempo dicen que sí la mandó, pero por misericordia.
Dicen "dios lee los corazones y sabe quién debe morir".
Es una vergüenza el desconocer "la verdad" por orgullo, pero reconocer la "verdad" para que no se derrumbe su castillo de naipes.
Qué contradicción.
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