Disposición espacial y disposición afectiva
La distinción entre objetos en general y personas siempre me ha parecido de una importancia fundamental. De no distinguir una cosa de la otra, se carece del primer impulso para que lo teórico vaya más lejos de lo que tenemos delante de los ojos (*). La cualidad personal no se percibe de la misma manera que se perciben los objetos en el espacio. La cualidad personal se percibe por una vibración interna (**), emocionalmente.
Según el modo habitual de tratar con el espacio, como simple opuesto de "afuera" a "adentro" y metáforas semejantes, no se trata el profundo interés del espacio, la afectividad que subyace en él (***), sino que se deja el problema en los términos que la intuición reconoce más fácilmente, la simplicidad del “tacto", "visión”, "oído", "sabor" , etc. (****). El espacio, sin embargo, no es porque la sensibilidad sea, de una vez y, como habitualmente se la reconoce, inmediatamente, sino que el el espacio está integrado en la sensibilidad (*****); esto es, el espacio es una intención que, de alguna manera, tiene su desarrollo asegurado (******). La "síntesis de la sensibilidad", para decirlo de manera reconocible, es, principalmente, pasiva, y su opuesto activo, su "posibilidad trascendental" más inmediata, su primer efecto consciente, es la repetición en la que la mente desarrolla el espejismo de su actividad.
(*) Uso una figura visual en referencia a la sensibilidad y el espacio en general. La sensibilidad está dispuesta a un espacio del que, en principio, no va a salir. La reflexión, no obstante, no piensa con las figuras rectamente si no tiene, de alguna manera, resuelto que depende primeramente de la sensibilidad de acuerdo a una disposición (*******), a la larga, de mayor peso que el de la reflexión (********). Dicho de otra manera, las figuras sensibles pretenden sustituir la sensibilidad como si la figuración hiciese otra cosa que ruido abstracto, en esencia, sensibilidad que no es.
(**) Me sirvo de la expresión de William James. Según él, las emociones eran "resonancias internas".
(***) El primer síntoma de su interés.
(****) Como se ha señalado, la visión no es sino un tacto a distancia. Al proponer términos sensibles de manera aconceptual se impide que la posibilidad conceptual vaya a otro sitio que a la sensibilidad en la que se agota el concepto.
(*****) Un error del que deriva asignar al tiempo un valor que no le pertenece. De no haber sensibilidad, el tiempo no sería o, dicho de una manera más problemática, sería lo que no sería, esto es, sensibilidad abstraída, sensibilidad que no es.
El tiempo es una noción de la experiencia, ha echado a correr, "es siendo" (*********). De no haber experiencia, el tiempo no sería posible, no se llegaría al tiempo. Sin embargo, el tiempo es imprescindible para toda actividad, viene implícito. El desarrollo de una actividad es durante el tiempo. Así pues, el tiempo es al ser, o dicho negativamente, no hay nada fuera del tiempo. Ahora bien, dado que el tiempo deriva de una relación sensible, cabría preguntarse si el tiempo sería lo que no fuese sensibilidad; para plantearlo de otra manera, algo que no fuera sensible quedaría como no-ser, no sería; el no-ser de la sensibilidad no se puede afrontar primera sino segundamente, esto es, una vez el tiempo ha sido.
(******) Una seguridad ingenua, insensible al interés teórico. Su mayor interés estaría, precisamente, en que alcanzase seguridad de manera compleja, esto es, habiéndose visto en la cuerda floja.
(*******) La independencia, como otros tantos términos, es un exceso del lenguaje que soluciona con un término simple una problemática compleja. Por lo general, el término del lenguaje no busca tanto resolver una problemática como resolverla lo más rápido posible (**********).
(********) No se trata de un mero juego de palabras, sino de que el tiempo no es si no se le asigna a nada, o, dicho de manera problemática, que la asignación tiene un coste temporal, una deuda que se salda endeudándose, esto es, repitiendo el problema, lo que, visto desde el discurso temporal, es un tiempo negativo, una ocasión perdida. El tiempo se deriva, como hemos visto, de algo que es; el tiempo es derivado, no puede ser una noción primaria.
(*********) Un peso no especulativo. La sensibilidad está en la mayor parte de las cosas sobre las que se reflexiona.
(**********) De no ser así, esto es, de no seguir el lenguaje un impulso, para decirlo de manera problemática, irreflexivo (***********), el lenguaje se perdería en una reflexión absoluta de la que no habría manera de salir; se enredaría consigo mismo, como es lo habitual.
(***********) Lo irreflexivo del lenguaje, sin embargo, no depende tanto de que carezca de capacidad reflexiva como de que lo positivo de su incapacidad está más presente y su limitación, por tanto, es más constante (************).
(************) Lo positivo de la incapacidad no se refiere a una capacidad que se haya abstraído para quitar o poner arbitrariamente más o menos capacidad, sin regla fija. La capacidad, en un principio, está limitada con independencia de la reflexión sobre ella (*************). Así pues, de haber un soporte positivo de la incapacidad, sería con cierta independencia de la capacidad.
(*************) La conciencia de la capacidad no está primeramente determinada; es indeterminada, pero es indeteterminada determinadamente, esto es, no sabe de su determinación primeramente, sino una vez la determinación ha sido, es decir, segundamente. No es, por tanto, una indeterminación genuina, que no dependa de una determinación; sucede lo contrario, está en las reglas de su determinación que su impulso determinante sea abstraído y se presente como indeterminado.
Marcadores