Quiero aclarar una cosa: Me considero que estoy en el grupo de los pobres, pues tengo escasamente para comer y pagar el alquiler de mi casa.
No defiendo ni la riqueza ni la pobreza. Ambas circunstancias del ser humano ya existían cuando nací, y no me cabe duda que, cuando muera, seguirán existiendo.
Tanto una como otra son ajenas a mi voluntad.
Jesús, en cierta ocasión, y ante los reproches de Judas por un supuesto despilfarro, le dijo: “No te preocupes por eso, siempre tendréis pobres”. Perdón si no me ajusto con exactitud a sus palabras. Las leí hace bastante tiempo.
Mi opinión es que el mundo es como es, al margen de nuestros deseos. Incluso Jesús, creo recordar que dijo: “Mi reino no es de este mundo”. Lo cual implica que lo deja estar como está.
Si no hubiera ricos y pobres; si no hubiera injusticias; si no hubiera dolor, el mundo sería perfecto: Dios lo pudo hacer así desde el principio. Si pudo y no lo hizo, sus razones tendría ¿Quién somos nosotros para cuestionar las razones de Dios?
Yo solo me limito a aceptar las cosas como son.
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