El jefe de la Brigada lo mira a Soto, le da una orden.
Necesito que se vaya de inmediato a la Jefatura de Carabineros, allá está el Teniente Quezada, que tiene unos datos nuevos y con él dirijase al Sub Prefecto de Carabineros, porque tendràn que allanar un sitio, en la Empresa Portuaria.
¿ Y esto por qué?...
Le dice Soto medio azorado, porque en ningún momento, se ha acordado de los trámites del Teniente Quezada...
Porque el Teniente ha descubierto que uno de los empleados de la Empresa es cómplice con lo del robo...A este quiero interrogarlo, nadie debe sospechar de esto. Así que, vaya directo con el Subprefecto, que ya sabe todo lo que hay que hacer.
Soto, le contesta :
Sí Señor...
Se da media vuelta y sale de la oficina, medio mosqueado.
¿ Por qué nadie le dijo, de esta operación antes?...
Quezada tiene "" sus movidas propias"" piensa para sus adentros.
Llegando al garage llama a Torres, que está conversando animadamente, con otros ordenanzas..
Torres, nos vamos.
Este al verlo así, con cara de pocos amigos, de inmediato va a buscar el auto.
La carretera está repleta de tránsito, porque viene un fin de semana largo, Torres trata de esquivar los autos, Soto impaciente le dice:
¡¡Prenda la alarma, hombre, así no llegaremos nunca a Valparaíso.!!!
Torres obedece y pone el aparato encima del techo del auto que empieza a ulular en forma tal, que los autos y vehículos que van delante de ellos se apartan.
Así me gusta...dice Soto.
Torres se sonríe....La bocina es una gran ayuda, porque nadie se atreve a ponerse entre el carro policial y la ruta.
Valparaíso, ese día está con un sol espléndido.
En la Subprefectura de Carabineros, hay diez hombres esperando inquietos. Entre ellos, el capitán Órdenes y el Teniente Quezada, con sus hombres, todos armados con sus armas de reglamento y con uniformes con chaleco antibalas.
Están esperando el arribo del Inspector Jefe Soto, de la Brigada de Homicidios, de Santiago, viene además el Jefe máximo de la Brigada.
Todos se miran, con algo de estupor.
Ninguno de ellos, ha participado en una operación tan importante, hasta ahora.
Todos se miran unos a otros. Alguno, hace un gesto extraño, ya que, le molesta el peso del chaleco antibalas.
En esos momento,s se escucha la voz de Soto, que viene subiendo las escaleras, con Torres...
¡¡¡Teniente Quezada!!!..Este da un respingo y el Capitán Ordenes, se pone en posición firme.
Soto entra como una tromba, en la habitación y al ver el despliegue de la fuerza de Carabineros, se queda un instante medio confundido. El Capitán Ordenes se hace cargo de la situación y lo saluda.
A su orden, señor Jefe Inspector Soto.
Ambos, se cuadran mirandose como escudriñando, cómo es el otro.
Soto, muy bien Capitán, tengo entendido, que sus órdenes son muy claras.
Si, señor Inspector.
¿Y cómo es la operación?
Allanamientos del sitio 3 de la Empresa Portuaria, Se teme, que allí está el jefe máximo de la operación robo de las cajas del Puerto.
Soto, se queda mirandolo...en ese instante, ve a Quezada y se dirige a él.
Teniente, divida a los hombres en 3 grupos y yo iré a la vanguardia con el Capitán Ordenes.
Sí Señor Inspector, contesta Quezada.
Torres, que se ha quedado un poco atrás ,de toda la escena , se queda mirandolos y piensa.
¡¡¡A la pucha, esta cuestión será grossa!!!
Soto mira a Torres y le ordena:
¡¡Saque 4 autos, sin identificaciòn policial del garage!!
En la armería pida 6 automáticas, dos Berettas, 4... 9 milimetros...y una Uzzi.
Que lo acompañen dos carabineros. De ahí, nos vemos en el sótano, en la armería.
Si Señor Inspector.
Esto, va a ser algo que nunca se ha visto, en la Empresa Portuaria, El allanamiento de todo un sitio, en el Puerto de Valparaíso
¡¡¡Mamita querida !!! dice Torres, mientras va con los carabineros asignados por Ordenes hacia el sótano, a pedir las armas.
Quezada y Soto, van por el pasillo, que circunda el segundo piso, para bajar la escalera al sótano.
El capitán Órdenes, irá al garage y destinará a los choferes, de los autos.
La misión, de atrapar al cabecilla, del robo de las cajas en el Puerto de Valparaíso, ha empezado.
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