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Tema: El alma y la clonación de personas.

  1. #1
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    Predeterminado El alma y la clonación de personas.

    No sé cómo enfocar este tema así que voy a poner qué es el hombre para la IC. Empiezo con lo que dice el CIC.

    355 "Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, hombre y mujer los creó" (Gn 1,27). El hombre ocupa un lugar único en la creación: "está hecho a imagen de Dios" (I); en su propia naturaleza une el mundo espiritual y el mundo material (II); es creado "hombre y mujer" (III); Dios lo estableció en la amistad con él (IV).


    I "A imagen de Dios"


    356 De todas las criaturas visibles sólo el hombre es "capaz de conocer y amar a su Creador" (GS 12,3); es la "única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma" (GS 24,3); sólo él está llamado a participar, por el conocimiento y el amor, en la vida de Dios. Para este fin ha sido creado y ésta es la razón fundamental de su dignidad:


    «¿Qué cosa, o quién, fue el motivo de que establecieras al hombre en semejante dignidad? Ciertamente, nada que no fuera el amor inextinguible con el que contemplaste a tu criatura en ti mismo y te dejaste cautivar de amor por ella; por amor lo creaste, por amor le diste un ser capaz de gustar tu Bien eterno» (Santa Catalina de Siena, Il dialogo della Divina providenza, 13).


    357 Por haber sido hecho a imagen de Dios, el ser humano tiene la dignidad de persona; no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.


    358 Dios creó todo para el hombre (cf. GS 12,1; 24,3; 39,1), pero el hombre fue creado para servir y amar a Dios y para ofrecerle toda la creación:


    «¿Cuál es, pues, el ser que va a venir a la existencia rodeado de semejante consideración? Es el hombre, grande y admirable figura viviente, más precioso a los ojos de Dios que la creación entera; es el hombre, para él existen el cielo y la tierra y el mar y la totalidad de la creación, y Dios ha dado tanta importancia a su salvación que no ha perdonado a su Hijo único por él. Porque Dios no ha cesado de hacer todo lo posible para que el hombre subiera hasta él y se sentara a su derecha» (San Juan Crisóstomo, Sermones in Genesim, 2,1: PG 54, 587D - 588A).


    359 "Realmente, el el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado" (GS 22,1):


    «San Pablo nos dice que dos hombres dieron origen al género humano, a saber, Adán y Cristo [...] El primer hombre, Adán, fue un ser animado; el último Adán, un espíritu que da vida. Aquel primer Adán fue creado por el segundo, de quien recibió el alma con la cual empezó a vivir [...] El segundo Adán es aquel que, cuando creó al primero, colocó en él su divina imagen. De aquí que recibiera su naturaleza y adoptara su mismo nombre, para que aquel a quien había formado a su misma imagen no pereciera. El primer Adán es, en realidad, el nuevo Adán; aquel primer Adán tuvo principio, pero este último Adán no tiene fin. Por lo cual, este último es, realmente, el primero, como él mismo afirma: "Yo soy el primero y yo soy el último"». (San Pedro Crisólogo, Sermones, 117: PL 52, 520B).


    360 Debido a la comunidad de origen, el género humano forma una unidad. Porque Dios "creó [...] de un solo principio, todo el linaje humano" (Hch 17,26; cf. Tb 8,6):


    «Maravillosa visión que nos hace contemplar el género humano en la unidad de su origen en Dios [...]; en la unidad de su naturaleza, compuesta de igual modo en todos de un cuerpo material y de un alma espiritual; en la unidad de su fin inmediato y de su misión en el mundo; en la unidad de su morada: la tierra, cuyos bienes todos los hombres, por derecho natural, pueden usar para sostener y desarrollar la vida; en la unidad de su fin sobrenatural: Dios mismo a quien todos deben tender; en la unidad de los medios para alcanzar este fin; [...] en la unidad de su Redención realizada para todos por Cristo (Pío XII, Enc. Summi Pontificatus, 3; cf. Concilio Vaticano II, Nostra aetate, 1).


    361 "Esta ley de solidaridad humana y de caridad (ibíd.), sin excluir la rica variedad de las personas, las culturas y los pueblos, nos asegura que todos los hombres son verdaderamente hermanos.


    II “Corpore et anima unus”


    362 La persona humana, creada a imagen de Dios, es un ser a la vez corporal y espiritual. El relato bíblico expresa esta realidad con un lenguaje simbólico cuando afirma que "Dios formó al hombre con polvo del suelo e insufló en sus narices aliento de vida y resultó el hombre un ser viviente" (Gn 2,7). Por tanto, el hombre en su totalidad es querido por Dios.


    363 A menudo, el término alma designa en la Sagrada Escritura la vida humana (cf. Mt 16,25-26; Jn 15,13) o toda la persona humana (cf. Hch 2,41). Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf. Mt 26,38; Jn 12,27) y de más valor en él (cf. Mt 10,28; 2M 6,30), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: "alma" significa el principio espiritual en el hombre.


    364 El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de Dios": es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el templo del Espíritu (cf. 1 Co 6,19-20; 15,44-45):


    «Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal modo que, por medio de él, éstos alcanzan su cima y elevan la voz para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido creado por Dios y que ha de resucitar en el último día» (GS 14,1).


    365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la "forma" del cuerpo (cf. Concilio de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.


    366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, —no es "producida" por los padres—, y que es inmortal (cf. Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.


    367 A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así san Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu [...], el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma (Concilio de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (Concilio Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser sobreelevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).


    368 La tradición espiritual de la Iglesia también presenta el corazón en su sentido bíblico de "lo más profundo del ser" "en sus corazones" (Jr 31,33), donde la persona se decide o no por Dios (cf. Dt 6,5; 29,3;Is 29,13; Ez 36,26; Mt 6,21; Lc 8,15; Rm 5,5).


    III “Hombre y mujer los creó”


    Igualdad y diferencia queridas por Dios


    369 El hombre y la mujer son creados, es decir, son queridos por Dios: por una parte, en una perfecta igualdad en tanto que personas humanas, y por otra, en su ser respectivo de hombre y de mujer. "Ser hombre", "ser mujer" es una realidad buena y querida por Dios: el hombre y la mujer tienen una dignidad que nunca se pierde, que viene inmediatamente de Dios su creador (cf. Gn 2,7.22). El hombre y la mujer son, con la misma dignidad, "imagen de Dios". En su "ser-hombre" y su "ser-mujer" reflejan la sabiduría y la bondad del Creador.


    370 Dios no es, en modo alguno, a imagen del hombre. No es ni hombre ni mujer. Dios es espíritu puro, en el cual no hay lugar para la diferencia de sexos. Pero las "perfecciones" del hombre y de la mujer reflejan algo de la infinita perfección de Dios: las de una madre (cf. Is 49,14-15; 66,13; Sal 131,2-3) y las de un padre y esposo (cf. Os 11,1-4; Jr 3,4-19).


    “El uno para el otro”, “una unidad de dos”


    371 Creados a la vez, el hombre y la mujer son queridos por Dios el uno para el otro. La Palabra de Dios nos lo hace entender mediante diversos acentos del texto sagrado. "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada" (Gn 2,1. Ninguno de los animales es "ayuda adecuada" para el hombre (Gn 2,19-20). La mujer, que Dios "forma" de la costilla del hombre y presenta a éste, despierta en él un grito de admiración, una exclamación de amor y de comunión: "Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne" (Gn 2,23). El hombre descubre en la mujer como un otro "yo", de la misma humanidad.


    372 El hombre y la mujer están hechos "el uno para el otro": no que Dios los haya hecho "a medias" e "incompletos"; los ha creado para una comunión de personas, en la que cada uno puede ser "ayuda" para el otro porque son a la vez iguales en cuanto personas ("hueso de mis huesos...") y complementarios en cuanto masculino y femenino (cf. Mulieris dignitatem, 7). En el matrimonio, Dios los une de manera que, formando "una sola carne" (Gn 2,24), puedan transmitir la vida humana: "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra" (Gn 1,2. Al trasmitir a sus descendientes la vida humana, el hombre y la mujer, como esposos y padres, cooperan de una manera única en la obra del Creador (cf. GS 50,1).


    373 En el plan de Dios, el hombre y la mujer están llamados a "someter" la tierra (Gn 1,2 como "administradores" de Dios. Esta soberanía no debe ser un dominio arbitrario y destructor. A imagen del Creador, "que ama todo lo que existe" (Sb 11,24), el hombre y la mujer son llamados a participar en la providencia divina respecto a las otras cosas creadas. De ahí su responsabilidad frente al mundo que Dios les ha confiado


    IV El hombre en el paraíso


    374 El primer hombre fue no solamente creado bueno, sino también constituido en la amistad con su creador y en armonía consigo mismo y con la creación en torno a él; amistad y armonía tales que no serán superadas más que por la gloria de la nueva creación en Cristo.


    375 La Iglesia, interpretando de manera auténtica el simbolismo del lenguaje bíblico a la luz del Nuevo Testamento y de la Tradición, enseña que nuestros primeros padres Adán y Eva fueron constituidos en un estado "de santidad y de justicia original" (Concilio de Trento: DS 1511). Esta gracia de la santidad original era una "participación de la vida divina" (LG 2).


    376 Por la irradiación de esta gracia, todas las dimensiones de la vida del hombre estaban fortalecidas. Mientras permaneciese en la intimidad divina, el hombre no debía ni morir (cf. Gn 2,17; 3,19) ni sufrir (cf. Gn 3,16). La armonía interior de la persona humana, la armonía entre el hombre y la mujer (cf. Gn 2,25), y, por último, la armonía entre la primera pareja y toda la creación constituía el estado llamado "justicia original".


    377 El "dominio" del mundo que Dios había concedido al hombre desde el comienzo, se realizaba ante todo dentro del hombre mismo como dominio de sí. El hombre estaba íntegro y ordenado en todo su ser por estar libre de la triple concupiscencia (cf. 1 Jn 2,16), que lo somete a los placeres de los sentidos, a la apetencia de los bienes terrenos y a la afirmación de sí contra los imperativos de la razón.


    378 Signo de la familiaridad con Dios es el hecho de que Dios lo coloca en el jardín (cf. Gn 2,. Vive allí "para cultivar la tierra y guardarla" (Gn 2,15): el trabajo no le es penoso (cf. Gn 3,17-19), sino que es la colaboración del hombre y de la mujer con Dios en el perfeccionamiento de la creación visible.


    379 Toda esta armonía de la justicia original, prevista para el hombre por designio de Dios, se perderá por el pecado de nuestros primeros padres.


    Resumen


    380 "A imagen tuya creaste al hombre y le encomendaste el universo entero, para que, sirviéndote sólo a ti, su Creador, dominara todo lo creado" (Misal Romano, Plegaria eucarística IV, 11.


    381 El hombre es predestinado a reproducir la imagen del Hijo de Dios hecho hombre —"imagen del Dios invisible" (Col 1,15)—, para que Cristo sea el primogénito de una multitud de hermanos y de hermanas (cf. Ef 1,3-6; Rm 8,29).


    382 El hombre es corpore et anima unus ("una unidad de cuerpo y alma") (GS 14,1). La doctrina de la fe afirma que el alma espiritual e inmortal es creada de forma inmediata por Dios.


    383 «Dios no creó al hombre solo: en efecto, desde el principio "los creó hombre y mujer" (Gn 1,27). Esta asociación constituye la primera forma de comunión entre personas» (GS 12,4).


    384 La revelación nos da a conocer el estado de santidad y de justicia originales del hombre y la mujer antes del pecado: de su amistad con Dios nacía la felicidad de su existencia en el paraíso.

  2. #2
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    El estudio de la bioética requiere conocimientos de moral y conocimientos científicos. La falta de uno de ellos implica falta de comprensión cabal de los problemas bioéticos: estos no pueden ser dejados solamente en manos de científicos, ni de solo moralistas. Requieren una colaboración interdisciplinar. Ejemplo de lo primero fue la histórica decisión de un tribunal inglés de adoptar como legal la opinión de los médicos sobre qué hacer con unas niñas siamesas: la solución fue matar a una de ellas con el fin de salvar a la otra.


    Los problemas bioéticos son las cuestiones estrella de la Doctrina Social de la Iglesia. En la oración dirigida a la Virgen de Fátima, con ocasión del Jubileo de los Obispos, el Papa afirmaba: "Somos hombres y mujeres de una época extraordinaria, tan apasionante como rica en contradicciones. La humanidad posee hoy instrumentos de potencia inaudita. Puede hacer de este mundo un jardín o reducirlo a un cúmulo de escombros. Ha logrado una extraordinaria capacidad de intervenir en las fuentes mismas de la vida: puede usarlas para el bien, dentro de la ley moral, o ceder al orgullo miope de una ciencia que no acepta límites, llegando incluso a pisotear el respeto debido a cada ser humano . Hoy, como nunca en el pasado, la humanidad está en una encrucijada" .


    La importancia que para los cristianos tienen los problemas de los que entiende la bioética se captan de una manera particular si se enfocan desde la perspectiva del fin de la Iglesia, que también incide en la cultura: "Redescubrir y hacer redescubrir la dignidad inviolable de la persona humana constituye la tarea central y unificante del servicio que la Iglesia, y en ella los fieles laicos, están llamados a prestar a la familia humana" . La razón es sencilla: nadie como la Iglesia confiesa de manera más convencida la dignidad de todo ser humano, desde el momento en que la verdad central del cristianismo es la Encarnación del Hijo de Dios, que asumió para siempre una naturaleza humana como la nuestra haciéndose semejante en todo a nosotros menos en el pecado. Como afirma el Concilio Vaticano II, "pues Él mismo, el Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado" . Para el seguidor de Jesucristo, todo hombre, cualquier ser humano, es Cristo mismo.


    Basada en este convencimiento, la Iglesia, encabezada por Juan Pablo II, libra una guerra en favor de la civilización del amor y la cultura de la vida, enfrentada brutalmente con la llamada cultura de la muerte . Porque el problema excede el ámbito de la moral personal para afectar a la cultura misma de la sociedad que cristaliza en forma de estructuras sociales, fuertemente resistentes a todo cambio, y que se oponen al mensaje central de Cristo: el amor de Dios Creador y Redentor por el hombre, por todo hombre, por cada hombre.

  3. #3
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    He cogido el tema de una manera más lejana y densa, intentaré encontrar textos cortos y específicos, y por supuesto más cortos.

    No es necesario que los leáis completos, solo para tener una idea de qué es el hombre.

  4. #4
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    Cuando decimos que "el alma es la forma del cuerpo" admitimos que el cuerpo está formado de materia, no se sabe qué aspecto tiene, es informe, y el alma le da la forma, hace que una cosa es la que es y no otra.
    Última edición por Ciro; 14/01/2018 a las 18:48

  5. #5
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    No he podido estudiar y no domino bien el tema.

  6. #6
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    Lo opuesto al CREACIONISMO, en cuanto a que Dios es el Creador directo del alma, es el TRADUCIANISMO :

    "Según el traducianismo las almas de los hombres se propagan juntamente con los cuerpos mediante la generación, y por lo mismo los padres las transmiten a sus hijos. (...)".

  7. #7
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    Te agradezco el extenso artículo, y he leido gran parte de él. El catecismo lo conozco, no de memoria, pero bastante bien.

    Y comparto en gran parte, por no decir todo, porque hay partes que no comparto.

    La ética y la moral no son privativos de la Iglesia, sino del ser humano. Como lo decía mi profesor de religión en el colegio (un colegio de curas, contra el cual no tengo absolutamente ninguna objeción, ni menos contra el profesor), Adán tenía la "ciencia infusa", y la humanidad ha heredado una gran parte de ella, la moral, entre otras herencias.

    Así, por ejemplo, si lees las antiguas enseñanzas chinas (Confucio, en particular) verás que no hay diferencias esenciales entre esas enseñanzas y las enseñanzas cristianas.
    Naturalmente que se podrá decir esto o aquello, pero imagino que entiendes a lo que me refiero.

    Pero hay enseñanzas, y también afirmaciones, en mi opinión, gratuitas.

    Y yo me refería a afirmaciones gratuitas que llevan a contradicciones, y cuyos "descargos" nunca nadie me los ha presentado.



    La creación del alma
    Según la ICAR, Dios crea el alma en el momento en que el espermio se une al óvulo.

    Gemelos univitelinos: Luego de una fecundación normal (donde Dios ya ha creado el alma para el hombre en protencia, el cigoto), es (no muy) frecuente que se produzca un error en la división celular. Qué ocurre con uno de los cigotos resultantes: ¿Dios crea un alma adicional?, o el segundo cigoto se queda sin alma? -- ya qu en ese caso, el segundo cigoto no es consecuencia de la unión entre un espermio y un óvulo.

    Clonación: La clonación consiste en tomar un óvulo no fecundado, y una célula madre, y reemplazar el material genético del óvulo por el material genético de la célula madre.
    Tanto el óvulo no fecundado como la célula madre son descartables, ya que las mujeres descartan un óvulo por mes, y las células madres se descartan, particularmente cuando se descarta el cordón umbilical luego del parto.
    El resultado de la cloación produce un cigoto que no proviene de la fecundación. ¿Dios crea un alma en el evento de que dicho cigoto se adhiere a la pared del útero?

    ¿O acaso en ambos casos, el cigoto "problema" queda desalmado?

    Recuerdo que en un foro del una organización MUY católica se me respondió "Dios sabe mejor que tú lo que hace".

    Les respondí "Gracias, les diré eso a mis amigos ateos, seguro que quedarán felices con tu respuesta"

    Son preguntas no respondidas.

    Fecundación in vitro: En la fecundación artificial se descartan varios óvulos fecundados, y se implantan solo unos pocos. [a una amiga le implantaron tres, y parió trillisos]
    El problema, que mencionaste tú en otro hilo, es que se asesinan los óvulos descartados, y también (no lo dijiste tú, pero me lo han dicho) se asesinan los que no prenden, porque, por lo general, solamente prende uno de los tres.
    Sin embargo, durante la vida sexual activa de una mujer, es frecuente que un óvulo fecundado "no prenda".
    ¿porqué se considera asesinato los óvulos que no prenden, o los que se descartan luego de una fecundación in vitro, cuando idénticas situaciones son "sine mácula"

    Manipulación genetica: Concuerdo que la manipulación genética es de un riesgo inconmensurable, y de una "eticidad" muy discutible.

    Si luego del parto, en ese caso, se descubre un monstruo que podría poner en riesgo la especie, ¿lo eliminas? ---

    Para mi, los tres primeros, donde no interviene la manipulación, no me produce ni el más mínimo conflicto ético. No digo moral, porque no falta el creyente que piensa que quienes no son cristianos (algunos dicen que quienes no son católicos) son inmorales por definición. (¿?).
    Dios no solamente juega a los dados
    sino que los lanza donde no se les puede ver.

  8. #8
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    Mihael supongo que al ser cristiano aceptarás que una persona es individuo, único, cuyo nombre lo lleva Dios en la palma de su mano.

    Ya sabes que el nombre es imprescindible para los judíos, representa la totalidad de una persona.
    Última edición por Ciro; 15/01/2018 a las 10:43

  9. #9
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    Clonación: La clonación consiste en tomar un óvulo no fecundado, y una célula madre, y reemplazar el material genético del óvulo por el material genético de la célula madre.
    Tanto el óvulo no fecundado como la célula madre son descartables, ya que las mujeres descartan un óvulo por mes, y las células madres se descartan, particularmente cuando se descarta el cordón umbilical luego del parto.
    El resultado de la cloación produce un cigoto que no proviene de la fecundación. ¿Dios crea un alma en el evento de que dicho cigoto se adhiere a la pared del útero?


    ¿O acaso en ambos casos, el cigoto "problema" queda desalmado?


    Recuerdo que en un foro del una organización MUY católica se me respondió "Dios sabe mejor que tú lo que hace".


    Les respondí "Gracias, les diré eso a mis amigos ateos, seguro que quedarán felices con tu respuesta"


    Son preguntas no respondidas.
    Realmente abres una nueva línea. Antes:

    "La investigación con células madre embrionarias plantea un dilema moral. Nos obliga a elegir entre dos principios morales:


    .- El deber de prevenir o aliviar el sufrimiento
    .- El deber de respetar el valor de la vida humana

    En el caso de la investigación con células madre embrionarias, es imposible respetar ambos principios morales. Para obtener células madre embrionarias, el embrión temprano tiene que ser destruido. Esto significa destruir una posible vida humana. Pero la investigación con células madre embrionarias podría llevar al descubrimiento de nuevos tratamientos médicos que aliviarían el sufrimiento de mucha gente. Entonces, ¿qué principio moral debiera ser más importante en esta situación? La respuesta reside en ¿Cómo vemos al embrión? ¿Tiene el estatus de una persona?"

    El método que tú expones no está todavía desarrollado, ahora dentro del método que expones Doonga me trae una pregunta a la mente: ¿Existirá un alma humana en ese "futuro" ser clonado?
    Última edición por Ciro; 15/01/2018 a las 10:42

  10. #10
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    Predeterminado Re: El alma y la clonación de personas.

    La clonación consiste en tomar un óvulo no fecundado, y una célula madre, y reemplazar el material genético del óvulo por el material genético de la célula madre
    Realmente no es así a los 23 cromosomas que tiene el óvulo se le añaden los 46 cromosomas de la célula madre. El problema está ¿en cómo quedarse con 46 cromosomas? ¿cuáles a eliminar? ¿y de qué manera?

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