Fue esa misma lógica maligna del
“Dios que solo envía males a los no creyentes” que llevó los discípulos a pensaren que aquel hombre ciego desde su nacimiento estaba así porque había pecado, o por causa de sus padres. Así dice el texto: …
A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: ―Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres? ―Ni él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.
El raciocinio de los discípulos no fue ni un poco diferente de lo que muchos creyentes piensan, no admitiendo en ningún momento la posibilidad de alguien nascer con algún defecto físico, a la cual todos los seres humanos están sujetos, en toda parte del mundo, independientemente de raza, religión o condición social.
Ese Dios que guarda siempre no es lo que Cristo nos presentó en su Evangelio, sino el que el diablo planteó a Jesús en el deserto, tentándole para que recorriera a su Padre al llevarle a Jerusalén y ponerle sobre las almenas del templo, diciéndole:
Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo, porque escrito está que a sus ángeles mandará de ti, que te guarden (Lucas 4:9-12).
http://www.meldestilado.oswnet.com/d...hijos_o_no.pdf
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