Página 4 de 5 PrimerPrimer ... 2345 ÚltimoÚltimo
Resultados 31 al 40 de 50

Tema: Apologética y teodicea.

  1. #31
    Registrado Avatar de doonga
    Fecha de ingreso
    24 ago, 17
    Ubicación
    Chile
    Mensajes
    4,680

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    Que tengas un año próximo que satisfaga tus deseos, y a tu familia igual cosa.

  2. #32
    Registrado Avatar de carlosig
    Fecha de ingreso
    25 sep, 17
    Mensajes
    2,866

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    Cita Iniciado por doonga Ver mensaje
    Que tengas un año próximo que satisfaga tus deseos, y a tu familia igual cosa.
    FELIZ AÑO donga

  3. #33
    Registrado Avatar de doonga
    Fecha de ingreso
    24 ago, 17
    Ubicación
    Chile
    Mensajes
    4,680

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    Igual cosa para tí, carlosig.

  4. #34
    Registrado
    Fecha de ingreso
    24 feb, 17
    Ubicación
    España
    Mensajes
    520

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    [Apologética y teodicea. Comentario 15].
    A finales del primer siglo de nuestra era y durante la primera parte del segundo, el rechazo persistente de los cristianos a tomar parte en algún acto de culto profano, sea para el honor de los dioses o para homenajear al emperador, comenzó a atraer sobre ellos la atención del gobierno romano. Había una ley contra todas las religiones que no estaban aprobadas por el estado, y esta ley podía, de un momento a otro, ser puesta en vigor. Era una especie de “espada de Damocles”, suspendida constantemente sobre la cabeza de los cristianos. Corrían el peligro de ser llevados ante los gobernadores a causa de las turbaciones y sediciones fomentadas contra ellos por los sacerdotes de los ídolos, por aquéllos que fabricaban imágenes, y que temían, como el Demetrio que se menciona en el capítulo 19 (versículos 23 y siguientes) del libro sagrado de los Hechos de los Apóstoles, que su negocio fuese reducido a nada; y finalmente también podían ser víctimas de infundios por aquéllos que vivían de los espectáculos y juegos públicos, a los cuales no se veía asistir a los discípulos de Cristo. En esa época, circulaban extrañas acusaciones contra ellos de quienes no sabían casi nada acerca de los cristianos y simplemente propagaban rumores maliciosos sin medir las terribles consecuencias que pudieran acarrear a sus víctimas. Por temor a que la persecución estallara, ellos se vieron obligados a reunirse en secreto; y no faltaban las personas que insinuaban que en estas reuniones pasaban cosas que no habrían podido soportar la luz del día (asesinato y canibalismo de niños pequeños, orgías de la peor clase, contubernios peligrosos, etc.). Temprano, bajo el reinado de Trajano, se había publicado un edicto declarando ilegales a todas las corporaciones y asociaciones. Se podía intuír enseguida cómo esta ley ponía en peligro a todas las pequeñas comunidades cristianas, formadas por personas unidas entre sí como hermanos en Cristo. Un testimonio claro y nada especulativo ha sido conservado de lo que debió ser la situación cotidiana de los cristianos frente a aquéllos que los rodeaban, y también con respecto al gobierno romano. Dicho testimonio lo constituye el conjunto de las cartas intercambiadas entre el emperador Trajano y el célebre escritor Plinio el joven, amigo del emperador. Estas misivas arrojan luz adicional sobre la persecución que los amenazaba entonces, y que pronto fue desencadenada.

  5. #35
    Registrado
    Fecha de ingreso
    24 feb, 17
    Ubicación
    España
    Mensajes
    520

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    [Apologética y teodicea. Comentario 16].
    Plinio había sido enviado como gobernador de las provincias del Ponto y Bitinia en el Asia menor, donde algunas personas habían sido llevadas delante de él acusadas de practicar el cristianismo. Este caso era nuevo para él, y no sabía cómo actuar frente a este extraño género de delito, y, en su perplejidad, pedía consejo al emperador y le exponía cómo había procedido hasta entonces contra los acusados. He aquí algunos pasajes de su carta: “antes de entrar en la provincia no había tenido jamás la ocasión de asistir a un interrogatorio de cristianos. No sabía entonces como actuar o decidir, sea en la instrucción de su causa, o en el castigo a infligir. ¿Era necesario castigar como si ser cristiano fuese en sí mismo un crimen, o solamente si esto estaba acompañado de otros delitos? ¿Era necesario hacer algunas diferencias teniendo en cuenta la juventud o la edad de los acusados?... Al asistir, he aquí cómo he procedido con relación a aquéllos que eran llevados ante mí como cristianos. Yo les preguntaba si ellos eran cristianos. Ellos lo confesaban, y yo reiteraba mi pregunta una segunda y tercera vez amenazándolos de muerte, si ellos persistían. Perseverando ellos en su confesión, ordenaba que ellos fuesen llevados, unos para ser ejecutados, los otros, como ciudadanos romanos, para ser enviados a Roma, para ser juzgados”. Plinio justifica su sentencia capital mediante la siguiente razón: “Yo no ponía en duda una acusación que confirmaba los nombres de un cierto número de personas. Habiéndolos interrogado, algunos negaban ser o haber sido cristianos, e invocaban a los dioses como yo les prescribía; ofrecieron ante tus imágenes, incienso y vino, y blasfemaron el nombre de Cristo, todas las cosas, se me ha dicho, a las cuales uno no puede forzar a un cristiano verdadero. Éste es el resumen de su error. Entonces encontraba bueno liberarlos. Otros confesaron primeramente que eran cristianos, pero enseguida lo negaron... En cuanto a su religión anterior, que eso sea un error o un delito, he aquí lo que ellos declaraban: tenían la costumbre de reunirse un cierto día antes de que amaneciera y cantar juntos un himno a Cristo como a un Dios. Después ellos se comprometían por juramento a abstenerse del mal, a no cometer fraude, robo, adulterio, y a no faltar a su palabra. Después de esto, tenían la costumbre de separarse para reunirse más tarde y comer juntos, apaciblemente, y sin ningún escándalo. Pero ellos habían dejado atrás esta ultima costumbre desde el edicto dado por mandato tuyo y que prohibía toda reunión”.

  6. #36
    Registrado
    Fecha de ingreso
    24 feb, 17
    Ubicación
    España
    Mensajes
    520

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    [Apologética y teodicea. Comentario 17].
    Plinio era un filósofo, un hombre educado y refinado, bondadoso y generoso desde un prisma superficial, pues por otra parte no dudó en emplear los medios más crueles para descubrir la supuesta culpabilidad de las personas que él consideraba adeptas a la “absurda superstición” del cristianismo, confirmando con esta actitud que su bondad y generosidad estaban muy alejadas del criterio superior del Altísimo. He aquí cómo él continuó su carta: “Después de este relato me pareció más necesario interrogarlos, aplicándoles tortura a dos mujeres, de aquéllas que se llaman diaconisas. Pero salvo una maldad y absurda superstición, no he podido sacar nada de ellas... El número de acusados es tan grande que el asunto merece una seria consideración. Muchas personas de ambos sexos, de toda edad y condición, son acusados, y un número mayor aún lo serán, porque el contagio de esta superstición ha invadido no solamente las villas, sino también los lugares más pequeños y las campiñas”. Plinio añade enseguida que a su llegada los templos (se sobreentiende: Los templos paganos) estaban casi abandonados, las ceremonias sagradas (se sobreentiende: Las ceremonias religiosas paganas) quedaron interrumpidas por largo tiempo y las víctimas de los sacrificios (se sobreentiende: Las ofrendas animales muertas en sacrificio a los dioses paganos) no encontraban más que raros compradores. Pero deja ver al mismo tiempo que sus esfuerzos para detener los progresos de la “superstición” no han sido vanos, y termina diciendo que se puede pensar que un gran número de cristianos será restaurado (se sobreentiende: Restaurado a la creencia popular en los dioses paganos y en las celebraciones sociales convencionales ligadas frecuentemente a éstos), si el perdón es asegurado para aquéllos que se arrepienten. El emperador respondió a Plinio de la siguiente forma: “Tú has actuado perfectamente, querido Plinio, en tu manera de proceder con relación a los cristianos que han sido llevados ante ti. Es evidente que en asuntos de este género, uno no puede poner ninguna regla general. Estas personas jamás deben ser buscadas. Pero si ellas son acusadas y permanecen convencidas de ser cristianas, deben ser castigadas a muerte; pero con esta restricción: que si alguna renuncia al cristianismo, y lo prueba invocando a los dioses, se le absolverá a causa de su arrepentimiento, sin importar cuál haya sido su conducta anterior. En ningún caso, las denuncias anónimas deben ser recibidas; éstas son un medio peligroso y que no concuerda de ninguna forma con los principios de nuestros tiempos”. Así fue la respuesta del poderoso emperador a su amigo filósofo, en un tiempo en el que esta élite se jactaba de sus luces y urbanidad. Por lo tanto, el cristianismo y sus practicantes eran tratados prejuiciosamente como elementos infrahumanos, con toda la inapreciable sobrecarga de error que tenía semejante prejuicio para la mentalidad de aquella aristocracia romana monstruosamente impregnada de su propia miopía cognoscitiva.

  7. #37
    Registrado Avatar de doonga
    Fecha de ingreso
    24 ago, 17
    Ubicación
    Chile
    Mensajes
    4,680

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    [Apologética y teodicea. Comentario 17]
    ¿estás seguro que no estás describiendo la santa inquisición?
    Dios no solamente juega a los dados
    sino que los lanza donde no se les puede ver.

  8. #38
    Registrado
    Fecha de ingreso
    24 feb, 17
    Ubicación
    España
    Mensajes
    520

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    Cita Iniciado por doonga Ver mensaje
    ¿estás seguro que no estás describiendo la santa inquisición?
    Buena observación, estimado Doonga. En efecto, es muy curioso lo que la historia revela acerca del cambio de papeles: de víctima a verdugo, y viceversa. Ya la misma sagrada escritura informa de lo que le ocurrió al pueblo hebreo de la antigüedad, que pasó de ser perseguido atrozmente por los egipcios de la época faraónica; y finalmente a ser liberado de sus terribles humillaciones e introducido en la tierra de promisión. Pero este mismo pueblo, constituído en nación, mató a Jesús de Nazaret y persiguió brutalmente a los cristianos primitivos. De la misma manera, los cristianos primitivos fueron adulterados en sus creencias y andando el tiempo se corrompieron a tal grado que sus descendientes doctrinales dieron a luz el monstruo denominado Santa Inquisición. De todas formas, esta colosal degeneración del cristianismo ya fue profetizada por Jesucristo, el apóstol Pablo y el apóstol Juan, entre otros. Parece ser que el objetivo de una tal profetización tenía como diana a los verdaderos y escasos cristianos que iban quedando más allá del primer siglo de nuestra era, para advertirles que llegarían a encontrarse como escuálidos granos de trigo entre un alud de cizaña, pues alguien sobrehumano tendría cierta medida de éxito en sobresembrar mala hierba en los campos del cristianismo primitivo. Saludos.

  9. #39
    Registrado
    Fecha de ingreso
    24 feb, 17
    Ubicación
    España
    Mensajes
    520

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    [Apologética y teodicea. Comentario 18].
    Hubiese sido muy fácil para estos cristianos, despreciados por la mayoría de la gente de la época, salvar sus vidas, bastando para ello el simple acto de arrojar al fuego del altar pagano algunos granos de incienso e inclinarse ante la estatua del emperador. Pero aquellos seguidores de Cristo sabían bien lo que significaba esta ceremonia, de apariencia inofensiva. Era un lenguaje conductual, más poderoso que las palabras, por medio del cual se indicaba la adhesión o el rechazo a Dios y a su Hijo. En cuanto a las cartas de este procónsul, Plinio el joven, tenemos que señalar que son de importancia histórica por varias razones. Por ejemplo, aunque se emitieron desde una provincia del Imperio, constituyen un testimonio irrevocable de que el cristianismo ya se había expandido considerablemente, hasta el grado de hacer casi desaparecer el paganismo en esta provincia en particular. Y no se puede comprender del todo este absurdo cuadro de persecución contra estos ciudadanos inofensivos y respetuosos si no introduce en él a la criatura sobrehumana que la sagrada escritura llama Satanás, el gran opositor y rebelde contra Dios, y el más esforzado combatiente contra cualquier resplandor de la verdad. Por otra parte, el testimonio escrito de un enemigo pagano en favor de la fidelidad de los cristianos de aquel tiempo es muy poderoso; en él se destaca lo que Plinio dijo de sus reuniones, destinadas a cantar alabanzas a Cristo y comer en hermandad. Se trataba sin duda de la Cena del Señor y de las fiestas de amor que frecuentemente la acompañaban, como se deduce de la primera carta que escribió el apóstol Pablo a los cristianos corintios, capítulo 11. Además, en esta etapa de la historia del cristianismo, las asambleas de los discípulos se caracterizaban por la simplicidad, en franco contraste con el ornato y la pompa que posteriormente se fue introduciendo de forma paulatina en la cristiandad.

  10. #40
    Registrado
    Fecha de ingreso
    24 feb, 17
    Ubicación
    España
    Mensajes
    520

    Predeterminado Re: Apologética y teodicea.

    [Apologética y teodicea. Comentario 19].
    Es conveniente situarse en el año 111 de nuestra era, cuando Plinio el joven, gobernador de Bitinia, a orillas del Mar Negro, regresó a su residencia tras una inspección efectuada a su populosa y rica provincia romana y se topó con un desafortunado incendio que devastaba la capital, Nicomedia. Mucho se habría podido salvar si hubiera habido bomberos allí, pero estaban prohibidos. La razón de ello se atisba en la carta que Plinio dirigió al emperador Trajano (98-117 de la EC) dándole noticias de lo sucedido, en los siguientes términos: “Te toca a ti, señor, valuar si es necesario crear una asociación de bomberos de 150 hombres. De mi parte, cuidaré de que tal asociación no incorpore sino bomberos...”. Trajano le respondió rechazando de plano tal iniciativa: “No te olvides que tu provincia es presa de sociedades de este género. Cualquiera que sea su nombre, cualquiera que sea la finalidad que nosotros queramos dar a hombres reunidos en un solo cuerpo, esto da lugar, en cada caso y rápidamente, a eterías”. Evidentemente, el temor a las “eterías” (nombre griego para las “asociaciones”) prevalecía así sobre el temor a los incendios; y este miedo gubernamental hacia los grupos humanos organizados provenía de más de un siglo atrás. Por lo visto, las asociaciones de cualquier tipo, que podrían transformarse eventualmente en grupos políticos, habían inducido al césar Augusto (63 antes de la EC – 14 de la EC) a prohibir todas las agrupaciones mediante decreto oficial emitido en el año 7 antes de nuestra era: “Quienquiera establezca una asociación sin autorización especial, es pasible de las mismas penas de aquéllos que atacan a mano armada los lugares públicos y los templos”. Esta ley estaba siempre en vigor, aunque las asociaciones no dejaban de florecer por todo el Imperio: desde los barqueros del Sena a los médicos de Avenches, desde los comerciantes de vino de Lión a los trompetistas de Lamesi. Todas ellas defendían los intereses de sus afiliados, incluso ejerciendo presión sobre los poderes públicos. Por lo tanto, si bien dicha ley anti-asociaciones no se había derogado, permanecía habitualmente inerte, latente, en la mayoría de los casos, cual lejano telón de fondo apenas divisable.

Página 4 de 5 PrimerPrimer ... 2345 ÚltimoÚltimo

Temas similares

  1. Teodicea vs Teología
    Por Asexperia en el foro Religión y Teología
    Respuestas: 12
    Último mensaje: 02/04/2015, 19:22
  2. Apologética
    Por Van Sword en el foro Religión y Teología
    Respuestas: 57
    Último mensaje: 05/03/2007, 18:20

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •