Le pesó, le dolió, sufrió; se dio cuenta que mejor hubiera sido no tenerlos.
Igualito que las madres y los padres humanos.
Pero, lo peor en el caso del Padre Celestial fue que, habiendo destruido a los descendientes de Adán y Eva hasta los padres de Noé y de su esposa, ese Dios volvió a cometer el mismo error : creer que con Noé y su descendencia la gente sería distinta a la de antes.
¡ Tremenda metida de pata de Jehová !
De nada sirvió que matara a tanta gente con Su Diluvio, pues las nuevas generaciones también pecaron contra Él.
Para que vean lo TONTO que es ese Dios.
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