Increíblemente, para muchas personas, decir “no creo en Dios”, es un ejercicio “brillante” de su alto nivel de cultura, intelectualidad, razonamiento e inteligencia. Pero, la verdad es que, al que no cree en Dios, la Biblia, no le llama inteligente, sino que le llama “necio”. La palabra “necio” significa: insensato o sin inteligencia.
En otras palabras, cuando un ateo, se cree inteligente por decir que no cree en Dios, realmente demuestra la falta de inteligencia. Y lo peor, es que siente en orgullo en su insensatez.
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