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Ni falta hace explicar los pasajes concordantes, que con tanta claridad así lo revelan:
Hebreos, 3:
7. "Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
8. No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
9. Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras cuarenta años.
10. A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no han conocido mis caminos.
11. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo".
Salmos, 95:
7. "Porque él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,
8. no endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto,
9. donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mis obras.
10. Cuarenta años estuve disgustado con la nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.
11. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo".
Éxodo, 17:
1. "Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese.
2. Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová?
3. Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
4. Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán.
5. Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve.
6. He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
7. Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?"
Deuteronomio, 6:
16. "No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah".
Hechos, 5:
1. "Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad,
2. y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.
3. Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
4. Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
5. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.
6. Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron.
7. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido.
8. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto.
9. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
10. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.
11. Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas".
¿ Se atreve alguno a negar esto que, con tanta claridad, revela Dios en Su Palabra ?
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