Según el relato bíblico, algunos tipos extraños de personas vivían en la tierra antes del diluvio, tal como se describe en Génesis 6: 4.
El texto menciona "gigantes", "hijos de Dios" (o “hijos de Elohim”), "hijas de los hombres" y los también llamados "Nephilim", que habían sido originados por la unión de ángeles caídos con las "hijas de los hombres" (mujeres humanas).
Los hijos de Anak (anaceos) eran descendientes de los gigantes, como dice Números 13:33, así como a los emitas (Deuteronomio 2:10) y los zomzomeos (Deuteronomio 2:20 y 21).
Og, rey de Basán, tenía alrededor de 4,5 metros de altura (Deuteronomio 3:11) y fue considerado uno de los últimos remanentes de aquellos gigantes. Sin embargo, el diluvio extinguió la mayoría de ellos, así como los grandes reptiles que han asentado en la tierra.
El famoso gigante filisteo - Goliat - cuya altura era de más de 3 metros, como se menciona en 1 Samuel 17: 4, también era descendiente de los gigantes antediluvianos, cuyas características genéticas se han transmitido posiblemente a través de algunos de los descendientes de Noé. Este Goliat de Gat era el gigante que David se enfrentó, como lo podemos leer en 1 Samuel 17:49.
Además de Goliat, también tenían en la ciudad de Gat otros descendientes de los gigantes, incluyendo Isbi-Benob (2 Samuel 21:16), Saf (2 Samuel 21:17-19) y otro hombre muy alto, que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie (2 Samuel 21:20). Todos aquellos hombres eran descendientes de Rafa y fueron derrotados por David y sus compañeros (1 Crónicas 20: 5-7-9).
El libro de Enoc, a pesar de ser considerado apócrifo por la mayoría de los teólogos cristianos, es mencionado en la Biblia en el libro de Judas versículos 14 y 15, y describe la unión mística entre los "hijos de Dios" (ángeles) con las "hijas de los hombres" (mujeres de la humanidad).
También en el libro de Job, se dice que los "hijos de Dios" son ángeles, entre los cuales Satanás, como se ha mencionado en Job 1: 6 y 2:1.
Este libro de Enoc revela que aquellos ángeles contaminaron los hombres con toda clase de males, tales como la enseñanza de la brujería, así como hechizos con raíces y árboles (Libro de Enoc, capítulo 7:10).
También habría sido de ellos la enseñanza sobre la fabricación de espadas, cuchillos, escudos y otros artefactos de guerra, así como el despertar de la vanidad de las mujeres, dando a ellas espejos, pulseras, adornos, el arte de la pintura de las cejas, el uso de piedras preciosas y todo tipo de colorantes (Libro de Enoc, capítulo 8: 1).
Los ángeles también fueron responsables por enseñar el uso de encantos y su anulación, así que también fueran ellos que le han introducido a los hombres en el arte de la observación de la estrellas, zodiaco y de la astronomía, como dice el libro de Enoc, capítulo 8: 4-8.
Incluso la práctica del aborto criminal descrito como "los medios infames de matar a un niño en el vientre de su madre" fue ensenada por uno de estos malos ángeles, cuyo nombre era Kasyade (Libro de Enoc, capítulo 69:12).
Aunque los ángeles trajeran conocimientos buenos de tecnología siderúrgica y farmacéutica a los hombres, posibilitaron el uso de esas técnicas para construcción bélica y de destruición con materiales todavía desconocidos por las antiguas civilizaciones humanas.
Hay documentarios con reportajes sobre los gigantes y Nephilim, donde fotos son mostradas con las osadas de gigantes descubiertas en varias partes del mundo, lo que es prueba de que el relato bíblico es verdadero, confirmado por la historia, ciencia y arqueología.
http://www.iabr.oswnet.com/page_41.htm
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