Basado en la tradición que se remonta a miles de años, se entiende en el mundo cristiano que Jehová y Dios Padre son los mismos, pero observando mejor podemos ver que sus características son muy diferentes:
. Jehová mataba en el calor de la ira miles y miles de personas (Éxodo 32:10), mientras que el Dios Padre es siempre amable y misericordioso, dando vida a través de su hijo Jesús (2 Corintios 5: 18-19).
. Jehová lanzaba maldiciones con frecuencia (Deuteronomio 28:15), mientras que el Dios Padre nos redime de las maldiciones a través de su hijo Jesús, el cuál sufrió por nosotros (Gálatas 3:13).
. Jehová cegó los ojos espirituales del pueblo (Isaías 7: 9-10), mientras que el Dios Padre los abrió a través de las enseñanzas del Hijo (Mateo 13:16).
. Jehová castigó la desobediencia del pueblo de Israel con la opresión de la esclavitud (Jeremías 21: 4-7; 28:14 ...), mientras que el Dios Padre libera la gente de la opresión espiritual a través de la libertad en Jesucristo (Juan 8:32).
. Jehová buscaba la venganza enviando plagas y pestilencia (2 Samuel 24:15; 1 Crónicas 21: 14-15), mientras que el Hijo reveló todo el amor del Dios Padre al tomar sobre sí nuestras debilidades (Mateo 8: 16-17).
. Jehová mató un hombre llamado Uzza simplemente porque aquel hombre tuvo una buena intención al intentar evitar la caída de la arca de Alianza, porque los bueyes tropezaron (2 Samuel 6: 6), mientras que una mujer que había estado sujeta a un sangramiento por doce años, fue sanada exactamente porque tocó el borde del manto de Jesús.
. Michal, hija de Saúl, estaba mirando desde una ventana cuando vio a su esposo David saltando y bailando por el regreso de la arca de Alianza a Israel (2 Samuel 6:16). Y así, porque la mujer depreció David en su corazón, fue castigada por Jehová con la esterilidad para siempre (2 Samuel 6:23).
Un paisaje fantasmagórico
Vean lo que dice Hebreos 12:18-21 … “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aún una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando”.
Considerando esa descripción temible y aterradora, podemos imaginar Moisés todo espantado y temblando en el monte Sinaí, ante el dios que es llamado “señor de las huestes”, en un clima de pánico y terror.
En Deuteronomio 5:22-24 leemos que en un escenario de oscuridad profunda, una voz venía de las tinieblas y transmitía los mandamientos. Sin embargo, teniendo en cuenta que 1 Juan 1: 5 dice que "Dios es luz y en él no hay oscuridad en absoluto", hacemos una pregunta: ¿Cómo podría un Dios que es luz y da la luz espiritual a los hombres (Juan 3:19) estar en la oscuridad?
Si el Padre fuese igual que Jehová, no daría sus mandamientos en un escenario de tinieblas y pavor como lo hizo Jehová en el Monte Sinaí, porque Dios es luz y en Él no hay tinieblas en absoluto (1 Juan 1: 5).
Jesús es la luz verdadera para los hombres y la luz brilla en las tinieblas (Juan 1: 4-9). Seguramente, la peor "oscuridad" es la espiritual. Es la plaga que entorpece la mente para la comprensión de Dios. Pero esto es lo que Jehová hizo de acuerdo con Isaías 53: 1, cegando los ojos de la gente.
Así que, Jesús vino a sanar estos "ciegos" para mostrarles el camino de salvación del Padre, como Él dijo en Juan 9:39: "Yo he venido a este mundo, para que los ciegos (espiritualmente) vean y los que ven (físicamente) sean ciegos (espiritualmente).
El Hijo del Dios verdadero no vino a condenar al mundo, sino para salvar a todo aquel que cree en él y para darles vida eterna (Juan 3:16).
http://www.iabr.oswnet.com/page_04.htm
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