Quedaba más que nunca al desnudo que difícilmente podía llamarse banda a un duo de guitarra y teclados, por lo que en poco tiempo se incorporan al grupo el excepcional bajista Luciano Rojas y el batero Mauricio Clavería.
Así se dejaba de lado la onda "tecno" y a su vez quedaba formada una base musical de grán calidad, donde Aboitiz y fundamentalmente Bobe creaban las músicas y todo el grupo las interpretaba con una armonía envidiable.
Esta es otra de las extrañezas de La Ley: Si bien su guitarrista era el alma compositora, las canciones son fundamentalmente conducidas por el bajo.
Sumemos a esto que los tipos tocan como en una verdadera orquesta. Sin sobresalir, cada instrumento hace su aporte único y necesario para la armonía de cada canción.
Es ésta la época que da nacimiento a temas como Desiertos y Qué va a suceder, canciones de las que jamás podría adivinarse que pertenecen a los inicios de un grupo, ya que tienen la madurez musical de un tercer o cuarto disco (recordemos por ejemplo cuán evidente puede resultar esto en los inicios de Soda, con temas como "Jet-Set" y "Tele-Ka" -- lo que no impidió sin embargo que se convirtiera luego en la mejor banda argentina).
A este engranaje sólo le faltaba una pieza para estar completo: Una voz líder que no desentonara con el estilo musical de La Ley... ¡y vaya si la obtuvo! Tras el fugaz paso del vocalista Iván Delgado por las filas de la banda, se incorpora como cantante definitivo del grupo el joven Alberto Cuevas ("el Beto" para los amigos).
Este tipo, ( Beto Cuevas) que regresaba a Chile tras haber pasado casi toda su vida en Canadá, traía una voz excepcional (un estilo Fede Moura -- del ex-grupo Virus), algo a lo que suele restarse importancia cuando de bandas de rock se trata. Beto maneja su voz como si fuese un instrumento más de la orquesta, potenciando la ya exquisita música que el cuarteto de instrumentos entrga..
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El recién incorporado vocalista se mete de lleno en la banda, y nace así una dupla compositiva que es una marca registrada del rock chileno: Bobe-Cuevas, garantía de calidad.
Se dice que un grupo de rock nacerá según su imagen y sobrevivirá según su música. Es decir, desgraciadamente no basta que una banda moderna de rock tenga buena música, buenas letras, y una excelente voz cantante si nadie la conoce.
Si La Ley quería lanzarse al gran mercado masivo de Chile, allí donde el rock en español era monopolizado por artistas argentinos -en ese entonces Miguel Mateos, Soda Stereo, Los Cadillacs...- , tal vez más importante que lo musical era hacerse de una imagen.
El propio Beto es consciente de esto, al declarar muchos años después: "La apariencia ayuda a hacer el enganche con la gente, y en eso estoy de acuerdo, pero el talento y el esfuerzo es lo sustancial".
Enganche es la palabra clave que Cuevas entendió perfectamente. En la década del video-clip el grupo no se iba a meter en el alma de la gente simplemente con un buen tema mechado en las FM chilenas, bastante reticentes por esos días a promocionar artistas locales.
A la cabeza de la imagen de la banda, Cuevas comienza a acompañar su labor en el escenario con movimientos pélvicos, vestido normalmente de negro, lompas bien ajustados y chaqueta de cuero, al mejor estilo tengo moto y sé hacer willys, ¿vos?
El público femenino queda cautivado ante este tipo que mientras cantaba las miraba fijo y se movía como una serpiente. Así, La Ley logra hacerse de un público semi-cautivo y comienza a extender sus presentaciones a lo largo de todo Chile. Como obvia consecuencia de este éxito sobreviene la edición de su primer disco, Desiertos, en 1989.
La gloria parecía tocar al grupo... pero no: el disco fue rápidamente retirado del mercado por desacuerdos entre la banda y el productor; y para peor Rodrigo Aboitiz, el tecladista fundador del grupo, deja la banda para "dedicarse a atender los negocios de su familia". La Ley va a tener que esperar 2 años más para poder tener su disco.
No obstante, aprovechan este período para realizar un video del tema Desiertos, y continúan recorriendo Chile, trasladandose apiñados en una camionetita pero sin escatimar en todo aquello que le diera espectacularidad a sus shows, es decir luces, escenario, etc. La naturaleza de éstos justamente contribuye a aumentar la fama del grupo y los deja prácticamente al pie del trampolín
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El salto definitivo se daría en 1991, cuando La Ley acude a una presentación donde bandas locales debían homenajear a sus conjuntos favoritos. Presentan allí su hoy famoso cover de Angie,de los Rolling Stones.
Un DJ de una de las FM chilenas que estaba presente, quedó tan impactado que les pidió la grabación y comenzó a pasarla en su radio. Una cosa lleva a la otra y en cuestión de días el sello Polygram les ofrece un contrato para grabar un disco.
Doble Opuesto (1991)
# Doble Opuesto (Bobe-Cuevas)
8/10
# Placer (Bobe-Cuevas)
8/10
# En lugares (Bobe-Delgado)
4/10
# Desiertos (Aboitiz-Bobe-Delgado)
6/10
# Qué va a suceder (Aboitiz-Bobe-Delgado)
9/10
# Prisioneros de la piel (Bobe-Cuevas-Rojas)
7/10
# A veces (Bobe-Arbulú)
8/10
# Angie (Jagger-Richards)
8/10
# Sasha (Bobe-Cuevas-Rojas)
7/10
# Solo ideales (Aboitiz-Bobe-Cuevas-Rojas-Delgado)
10/10
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