[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 8]
Desde las épocas más remotas hasta la actualidad, las civilizaciones y los imperios han emergido y caído de manera continua, y no parece que el fenómeno de mejoría premorten haya tenido gran relevancia en las numerosas sagas que se han sucedido a lo largo de la historia. No obstante, cuando consideramos las profecías bíblicas relativas a gobernaciones humanas, especialmente aquéllas que están vinculadas con juicios divinos adversos, entonces el fenómeno susodicho cobra alguna notoriedad. Esto quizás deba interpretarse como que no existe una analogía o paralelismo pertinente entre el estado terminal de un individuo humano y la fase final o decadencia de una civilización o imperio, a menos que se trate de una determinada y puntual caída hegemónica colectiva previamente profetizada en la sagrada escritura. Así y todo, tampoco parece que el fenómeno de mejoría premorten de un enfermo terminal deba ser extrapolado en calidad de equivalencia esencial (aunque sí accidental) al proceso de desmoronamiento profético de una civilización.
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