[Pseudoveltíosis natanatórica, comentario 222]
No parece que en la víspera del siglo XX y durante todo ese siglo, y lo que va del XXI, se hayan producido temores entre los cristianos fidedignos con relación al fin del mundo, sino, más bien, todo lo contrario, es decir, un deseo intenso de que llegue ese día. La razón estriba en que la Biblia habla de liberación para los seguidores de Jesús tras el fin del mundo: el pasar en calidad de supervivientes a través de un período conocido como “tribulación magna” o “grande tribulación”, equivalente a la clausura o finalización de un sistema antrópico global, similar a lo que ocurrió en el Diluvio. Varios eruditos defienden ese argumento basándose en las siguientes palabras de Jesucristo: “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra” (Evangelio según Mateo, capítulo 5, versículo 5; Biblia de las Américas, 2005); “Ven y sé nuestro único rey (se sobreentiende: Jesucristo insta a sus discípulos a pedir en oración que venga el Reino de Dios y que Él sea el único gobernante sobre la Tierra, pues por el momento existen 2 gobernaciones, a saber, la de la simiente diabólica en mayoría absoluta y la de la simiente de la mujer simbólica en minoría absoluta). Que todos los que viven en la tierra te obedezcan, como te obedecen los que están en el cielo (se sobreentiende: Jesucristo insta a sus discípulos a pedir que la voluntad divina se efectúe sobre nuestro planeta como ocurre en el cielo o suprauniverso, la cual voluntad tiene como base una sociedad de criaturas inteligentes obedientes a la norma divina)” (Evangelio según Mateo, capítulo 6, versículo 10; Traducción de la Biblia al lenguaje actual; Sociedad Bíblica Española, dependiente de la Entidad Internacional denominada Sociedades Bíblicas Unidas, fundada en Haywards Heat, Inglaterra, en 1946); “Cuando empiecen a suceder estas cosas (se sobreentiende: Las señales que preceden al fin del mundo), animaos y levantad la cabeza (se sobreentiende: Los cristianos, por estar en minoría absoluta frente a la descendencia diabólica, cobran ánimo cuando perciben que el final de dicha descendencia malsana está cercano), porque muy pronto seréis liberados (se sobreentiende: Liberados de la maldad circundante)” (Evangelio según Lucas, capítulo 21, versículo 28; Biblia denominada “Dios habla hoy”, patrocinada por las Sociedades Bíblicas Unidas).
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