El amor a primera vista no existe, o al menos, no de la manera en que lo recordamos. Según un reciente estudio estadounidense, esta y otras ideas similares son solo consecuencia del complejo funcionamiento de la memoria.

El trabajo, publicado esta semana en Journal of Neuroscience, demuestra que el cerebro edita constantemente la información que almacena.

Así, una persona puede acordarse de un mismo suceso de forma diferente en cada etapa de su vida. Por ejemplo, si en el presente está enamorada, probablemente considerará un flechazo lo que experimentó al conocer a su pareja.

"Puede que pienses que en aquel momento sentiste amor y euforia, pero seguramente estarás trasladando tus sentimientos actuales a una situación pasada".

Los recuerdos se adaptan a nuestro entorno, que cambian constantemente, para ayudarnos a sobrevivir y afrontar los problemas. "La memoria no es como una cámara de vídeo, edita cada escena para crear una historia que encaje en tu presente".

En un ensayo participaron –hombres y mujeres–. Primero, observaron la ubicación de 168 figuras en la pantalla de un ordenador con diferentes fondos que incluían desde una imagen del océano hasta una fotografía aérea de una granja.

Después, los participantes debían colocar los objetos en los mismos sitios, pero esta vez sobre un escenario diferente. Ninguno acertó.

En una segunda parte, las figuras podían aparecer en tres lugares diferentes en la pantalla que mostraba el fondo original.

Esta vez, los voluntarios debían indicar si el sitio correspondía a su ubicación inicial, a la elegida por ellos en la primera prueba o a una totalmente distinta.

Todos escogieron el lugar donde los habían colocado en la primera parte. Esto muestra que el recuerdo de su localización inicial había cambiado para ser sustituido por el sitio que recordaban sobre el segundo fondo.

Su memoria había actualizado la información insertando nuevos datos.

Durante todo el proceso los participantes estuvieron dentro de una máquina de resonancia magnética que registraba su actividad cerebral.

También se observó el movimiento de sus ojos, un indicativo del contenido de sus recuerdos y de las dudas que experimentaban a la hora de elegir una opción.

Es imposible tener una memoria perfecta. Nos gusta pensar en ella como algo que nos permite revivir experiencias de la infancia o aquello que hicimos la semana pasada.

Sin embargo, está diseñada para ayudarnos a tomar decisiones en un momento concreto y por tanto tiene que estar al día. Nunca confíes en nadie, ni en tu memoria