"pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa" (Gálatas 3:26-29)
Jesucristo, con los mandamientos del Evangelio, dejó abolidos los preceptos del viejo testamento que no eran Ley de Dios, sino preceptos de hombres, y que mandaban: "ojo por ojo y diente por diente", penas de muerte (quemar a las hijas que no iban vírgenes al matrimonio, matar a pedradas a los hijos desobedientes, a las mujeres acusadas de adulterio, a los hombres que recogían leña en día de reposo, etc.), guerras, genocidios (matar a los hombres, mujeres y niños de los pueblos vencidos), esclavitud y sacrificios.
Jesucristo, con los mandamientos del Evangelio, abolió del viejo testamento los preceptos que no eran Ley de Dios y que mandaban penas de muerte, guerras, genocidios (matar a los hombres, mujeres y niños de los pueblos vencidos), esclavitud y sacrificios.
En esto conocerán que sois mis discípulos.[/SIZE]
]"Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros". (San Juan 13,34-35)
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Esas costumbres del viejo Testamento de matar a las mujeres a pedradas ..Jesucristo como otras cosas las abolió. Estamos artos de decirlo ya. La Ley de Dios es el Evangelio y sus misericordiosos mandamientos no permiten a los hombres cometer semejantes salvajadas.
El viejo testamento dice que Dios mandó a los hombres hacer guerras y matar a las personas. ¿Pero es esto cierto?...
Nos dice el viejo testamento:
"Así acudió el pueblo a Baal-peor; y el furor de Yavé se encendió contra Israel. Y Yavé dijo a Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Yavé delante del sol, y el ardor de la ira de Yavé se apartará de Israel. Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel:
Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal-peor. Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, mientras lloraban ellos a la puerta del tabernáculo de reunión. Y lo vio Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y se levantó de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano; y fue tras el varón de Israel a la tienda, y los alanceó a ambos, al varón de Israel, y a la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel. Y murieron de aquella mortandad veinticuatro mil".(Números 25:3-9).
No es eso lo que nos mandó Jesucristo, sino todo lo contrario, Jesucristo anuló esos mandamientos de matar a las personas, pues Jesucristo nos entrega el mandamiento de Dios que dice: "NO MATARÁS". Así dice el Evangelio:
"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás......"
Nos dice el Viejo testamento:
"Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, y vayan contra Madián y hagan la venganza de Yavé en Madián......... Y pelearon contra Madián, como Yavé lo mandó a Moisés, y mataron a todo varón....... Y salieron Moisés y el sacerdote Eleazar, y todos los príncipes de la congregación, a recibirlos fuera del campamento. Y se enojó Moisés contra los capitanes del ejército, contra los jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra, y les dijo Moisés: ¿Por qué habéis dejado con vida a todas las mujeres?......... Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente" (Versículos de Números 31)
"Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo su pueblo, para pelear en Jahaza. Mas Yavé nuestro Dios lo entregó delante de nosotros; y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo. Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno". (Deuteronomio 2:32-34)
"Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón, matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños". (Deuteronomio 3:4-6)
No es eso lo que nos mandó Jesucristo, pues los que Jesucristo nos enseña en el Evangelio anularon todos esos mandamientos que mandaban guerras, genocidios y matar a hombres, mujeres y niños.
Por otra parte, ¿qué culpa tenían los niños y las mujeres esclavizadas a los hombres de lo que hubieran hecho los hombres? Matar a las personas está en contra de la Ley de Jesucristo (la verdadera Ley de Dios). Entonces, genocidios donde se mata a niños, mujeres, o a cualquier persona, es haber perdido toda noción de la misericordia y del conocimiento de la verdadera Ley de Dios, que es la Ley del Evangelio predicado por Jesucristo. En cuanto a los niños, el Señor nos entrega el siguiente mandamiento:
"Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí". (Mateo 19:13-15)
Antes de que Jesucristo nos predicara el Evangelio, el Señor a través del profeta Isaías había dicho a Israel:
"Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén.
Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Yavé como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones. Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Yavé, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Yavé. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra". (Isaías 2:1-4)...
Estas palabras de Isaias demuestras que la verdadera Ley de Dios no mandaba guerras ni matar a las personas, y esto es lo que nos enseñó Jesucristo cuando nos predicó el Evangelio, cumpliéndose así la profecía que nos decía que de Jerusalén saldría la Ley (la verdadera Ley de Dios), pues cuando Jesucristo predicó el Evangelio, restableció la verdadera Ley de Dios, los verdaderos mandamientos de Dios que había recibido el pueblo en tiempos de Moisés.
Antes de que viniera Jesucristo, el pueblo ya no conocía los verdaderos mandamientos de Dios porque los escribas habían cambiado la Ley de Dios, como nos dice Jeremías 8:7-8, y por eso el viejo testamento estaba cargado de preceptos de hombres.
Jesucristo nos enseña que lo que Dios quiere es el respeto a la vida de las personas, el amor, la misericordia, el perdón y el reparto de los bienes.
SIGUE.....
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"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió". (Juan 14:21-24)
"Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer". (Juan 15:10-15)
"Porque Yavé vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto". (Deuteronomio 10:17)
Jesucristo no dice lo que tú interpretas, y por otro lado Jesucristo te dice que los que son dignos de alcanzar la resurrección de los muertos: NI SE CASAN NI SE DAN EN MATRIMONIO...
Iniciado por Esperanza.
Cada uno será juzgado según sus obras
Tú eres ateo, y tu guerra es contra Jesucristo... Esperanza es cristiana y ella predica el Evangelio... Entonces eres tú el que siembra la cizaña...
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