El nombre de Dios, el cual se puede encontrar más de 7000 veces en la Biblia en la forma YHWH, posee la única y notable circunstancia de no haber sido vocalizado por casi todos los traductores. Siendo este nombre impronunciable bajo su forma escrita YHWH, algunos traductores excesivamente confiados, o bien, excesivamente celosos, han optado del todo ignorarlo, pero otros, menos exigentes, han preferido vocalizarlo con una forma aproximada. Obviamente, en cada caso las vocalizaciones propuestas fueron rigurosamente criticadas.
Un repaso de los pasados veinte siglos nos permitirá apreciar los razonamientos que favorecían o se oponían a la vocalización del nombre de Dios, y nos ayudará a entender el origen de la controversia y la paradoja de un nombre que puede ser escrito sin que sea posible leerlo en voz tal y como lo pronunciaba Moisés hace 3.500 años. ¿Es necesario pronunciar el Nombre de Dios de manera EXACTA, tal y como lo pronunciaban los judíos hace miles de años?
¿Por qué se prefiere la forma "YAHWEH" por encima de "JEHOVAH", utilizada por la gran mayoría de las iglesias protestantes del mundo?
Un nombre es una palabra que describe un “algo” o un “alguien”. Los nombres en la Biblia tienen un significado profético y descriptivo. Se describe el carácter de una persona, su destino, su propósito. En la medida en que estamos ante un nombre y creer en el poder de sus sonidos, hemos caído en la superstición, tal y como cayeron los judíos por la superstición de la que eran presa. Sin embargo, cuando tratamos de comprender el significado espiritual de un nombre, estamos tocando la raíz de su poder, aunque –y téngase bien claro– al mismo tiempo jamás se desecha el “sonido gutural” con el que acostumbramos llamar ese “Nombre” que describe al personaje. Jamás ningún “Nombre” en la historia humana ha estado desligado de quien así lo ostenta y mediante el cual se ha dado a conocer. El Nombre es importante para IDENTIFICAR la persona con el tal y, dependiendo del USO QUE SE LE DÉ A ESE NOMBRE, así también dependerá el recuerdo que tengamos de Él por sus triunfos o fracasos; por el bien que hizo o por el mal que prodigó.
Desde ya todos quedan invitados al análisis sin "PRE" que desde ya advierto para que los "trolls" del foro no vengan aquí a hacer sus "gracias" y consuetudinarios aportes ausentes del conocimiento, a fin de establecer un sano debate del que todos pudiéramos beneficiarnos en grado sumo.
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