Después de las felicitaciones, por haber dilucidado exitosamente, el misterio del caserón de la playa, el Comisario, fue trasladado como él quería, a las Oficinas de la Brigada en Valparaíso.
Ese día, en que se hizo todo el trámite de integrarlo a la oficina, que le correspondía, también le presentaron a todo el personal, que dependería de las órdenes, que él diera.
Su segundo al mando, era el Teniente Quezada, que venía de Santiago, y había cursado en la Escuela de Carabineros de la Capital.
Cuando se lo presentaron, ambos se miraron como midiéndose de alguna manera. El Teniente, había sido castigado, por una falta grave, que tenía que ver, con líos de faldas. Por eso, estaba a las órdenes del Comisario en Valparaíso...
Algo de eso, le habían contado ya los subordinados, que él conocía...El suboficial Gómez y el cabo primero Pérez.
Ambos, le habían comentado, que el teniente Quezada era medio "" picado de la araña ( mujeriego en chilensis ) y que había tenido una aventura romántica y carnal, con la señora, de un alto jefe de la Comisaría Central de Homicidios de Santiago.
Por eso, se lo había mandado, como una forma de castigo a las órdenes de Soto, en la Jefatura de Valparaíso.
De ahí, cuando fueron presentados, las miradas de ambos.
Justo ese día, cuando la familia de Soto, llegaba desde Papudo a instalarse en su nueva casa en el Cerro Alegre, en el puerto de Valparaíso, se habían perdido unas cajas, que venían en un container a nombre de la Embajada israelí.
Cuando, el teléfono de la oficina del Comisarió sonó, él no sabe, por qué motivo sintió un escalofrío en la espalda...Del otro lado de la línea, una voz perentoria le ordenó....
Si Señor.
No señor...
A la orden
Soto, después de colgar el auricular, estaba medio pálido.
Lo que le habían ordenado, era de prioridad. Ese día, ni siquiera podría ir a su casa, a la hora que le había dicho a su mujer. Para ayudarla a desempacar los enseres, que traían en la mudanza...
Por la p.... madre...se dijo a si mismo...
Ya comenzamos, con líos enormes...
Y con voz perentoria...llamó a sus segundos a su oficina.
Teniente.... Gómez.
Ambos, a paso rápido entraron a la oficina del Comisario...
Diga Señor...
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