Piensa las cosas bonita, el foro no sería el mismo sin los ecos de la Caracola.
Vamos, yo estoy aquí.
GRACIAS Jean Moulin.
Tus palabras de apoyo son hemosas,
Última edición por Caracolamarina; 26/01/2018 a las 23:43
Me fascinan los cuentos de fantasía
Gracias por las palabars Cellini258...
BIENVENIDO..AL fORO...
Y a habrán más...para leer...y ver.
Saludos Cellini258.
Comienza otro relato...
De fantasmas, aparecidos, casas viejas de misterios no resueltos, cuentos escalofriantes y niños inocentes.
Los dos niños se apresuraron a comer rápido, lo que su madrastra les había servido.
Un pequeño pedazo de pan y una taza de te con leche.
Ambos saben del mal genio y de la procaz boca de su cuidadora, por eso actúan así. Con miedo, pero también con algo de coraje. Los dos saben, que si le obedecen a pie juntillas, ella no se enojará, no les pegará, como siempre hace, cuando ellos se comportan, como los niños que son.
La casa enmedio del páramo, se ve a lo lejos, en su estampa de vejez y abandono...El que fue un jardín lleno de plantas y flores, ahora es una maraña de arbusto, en los que pululan cientos de insectos extraños.
Los dos niños comen en silencio. Cuando terminan el refrigerio, ambos se levantan de la mesa y van al fregadero a lavar los utensilios, que ocuparon.
En ese momento ella...les dice...
¿Quieren ir al jardín a jugar un momento?
Los dos, se miran asustados, no tienen costumbre de oirla decir as,í algo...para ellos.
Si, nos gustaría...
Ella entonces mirándolos con sus ojos acuosos y de mirada anodina...
Bueno. Vayan por unas horas, tengo que dormir un poco, me he sentido mal del dolor, de mis piernas ...
AQsí ellos supieron que podían jugar entre las malezas y los arbustos y buscar algunos saltamontes, bichitos de caparazón duro, o alguna araña tejedora.
Sin saber por demás...que en otro país...
Otros seres, tocaban música que a ellos les venía...Jardines abandonados...Se escuchaba, en el callejón de los artistas exiliados.
Los dos niños fueron al jardín...y allí jugaban inocentes.
El Verano llegaba a su fin y todo el jardín abandonado, tenía alguna florcitas medio escondidas, que los dos niños trataban de encontrar, para hacer ramilletes y dejarlos en las tumbas de sus padres, en el cementerio del pueblo.
El cementerio del pueblo, era como un jardín, para jugar, para los dos inocentes hermanitos.
Ya ni me acordaba de este cuento que había empezado.
Contiuará.
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