Le preguntan, por qué los poemas.
Quizás, escribir es parte de algunos, por eso la curiosidad, del que no escribe...
Entonces, la remiten a viajes lejanos, a lugares que son parte de ella misma, tan propios y tan únicos.
Las fantasías responde; esas son las causantes de mis emociones y sentimientos, que se van apropiando de todo lo que es mi ser.
Esas formas de pensamientos, que me llevan a extraños mundos, hollados solamente por el pensamiento. De alguna manera, se apropian de la forma inteligente y racional, desde los recuerdos del pasado al presente.
De las carencias afectivas, del amor que no supo ser, o del amor imposible del ayer...
De alguna forma, ese sentido de su expresión más recóndita, subió a sus formas de palabras, que nacieron de sus pensamientos y de ahí a sus manos y a las letras de la escritura.
¿ Habrá sido así?
Por lo menos lo cree.
Porque si no lo creyera, tendría que pensar, que había sido tan torpe, de no darse cuenta que las fantasías tan a flor de piel, solo la llevarían a enfrentar epítetos de toda índole, formas del pensamiento ajeno, de esas que son agravios, quizás no tan gratuitos, porque ella se puso allí, en ese plan de estar como una fantasiosa persona, sin darse cuenta, que el interlocutor nunca fue, lo que ella creyó.
Por eso, aunque las fantasías, siempre serán su mundo propio y no ajeno...Ahora la llevarán por mundos alejados, mundos a los cuales nadie podrá ingresar, sin su permiso...Y los permisos de ella estarán vedados.
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