Leer el post anterior Fernanda Z. Por favor.
Sigo contando ...La pequeña niña.....
Ese día, el Sr. Gutiérrez, estaba medio adormilado en su oficina.
Había almorzado, un opíparo plato de mariscos y cazuela de corvina. Todo eso, regado con un buen vino blanco, servido frío. Quizás, el por qué, de tantas ganas de comer, le habían dado, porque la noticia de los desbandes económicos, seguían en el país. Y su trabajo disminuía a ojos vista.
Por eso, había decidido ir a almorzar al Club de la Unión, y allí después de degustar semejantes platos, y libar en abundancia el vino exquisito de Reserva. Se había ido a su oficina a dormir un poco...
Así podía olvidarse, en forma momentánea, de los muchos problemas que se le venían encima.
Entre su adormilada mente, creyó escuchar el timbre del teléfono...pero no quiso hacerle caso. Se estaba tan bien allí, en el Bergere de cuero gastado de su oficina, que hacía de un "" nido"" acogedor, para olvidar todo lo que se le venía encima.
El timbre del teléfono siguió insitiendo...
Bueno...bueno...dijo todavía medio dormido...y tomo el auricular...
Señor Gutierrez, Soy Li San yi.
Allí mismo el contador se despabiló. Al escuchar la voz, de uno de los socios, que eran todavía uno de sus mejores clientes.
¡Dígame, Señor Li San!...
¡Necesito urgente conversar con Ud!... Le contestó al otro lado de la línea, la voz.
Como no, le dijo Gutierrez...
¿ Me puede adelantar de que se trata el tema?
Si, de nuestros negocios y del remate de la casa de Santiago.
¿Cual de ellas? ¿La casa de antiguedades o la casa que uds habitaban?...
Creo que de eso se trata todo, contestó Li San yi...
Me ha llegado una carta, del Servicio de Impuestos Internos, en que me notifica, que también la casa, que era nuestra residencia será rematada. Por deudas en el pago de las Contribuciones de Bienes Raíces.
Pero...¿Cómo puede ser?...contesta el contador.
Hay un error de seguro, en todo esto.
Eso creo, le dice la voz, ya un tanto más alta, de Li San...
¡Ud era el encargado de pagar esos Impuestos!
Li San yi está furioso, en la casa de Con Con....tiene en sus manos la notificación, y aunque la ha leído varias veces, no puede entender, lo que ha pasado.
Porque, Chang Kuo y él, han contado con el dinero de la venta de esa casa, para poder pagar los estudios particulares, de la sobrina de Chang...
Y esta notificación, echa por tierra dichos planes.
No quiere decirle todavía, la mala noticia a su socio y amigo...
Tendrá que viajar solo a Santiago, y hablar del tema con el contador el Sr. Gutiérrez.
Así le dice, con voz perentoria.
Viajo mañana a conversar de este asunto con Ud.
¡ Muy bien, le dice a su interlocutor! ¡Lo espero mañana en mi oficina a las 15 hrs!
De un salto, poco menos, se levanta de su cómodo sillón y se dirige a los archivos y demases documentos que tiene en la oficina.
¡Esto no puede ser!
Exclama...compungido y nervioso...
¡Siempre pagué a tiempo las cuentas! Más todavía las contribuciones de Bienes Raíces.
Diciendo esto, se pone a hurgar en los cientos de papeleos, que tiene en el archivo principal de la oficina.
Marcadores