No se acuerda bien en que año, supo de nuevo del mapa...
Porque, desde Centroamérica había viajado a Colombia, de alguna manera, se había contactado con algunos hombres que solicitaron sus ""servicios "" aprendidos""" en la Yakusa.
Fue bien recompesado por ellos. Un día, tomando licores fuertes de esos que hacen soltar lalengua ( de los demás ...no la de él...) en un bar, con amigos, de esos que son los que se hacen en los bares...y que nunca más se verán...
Celebraba tener estos dineros, que se había ganado, teniendo una identidad falsa. Para entrar a Colombia, había utilizado uno de sus tantos pasaportes falsos. Se enteró, que el mapa, junto con el cuadro del dragón rojo, estaba en Chile. Precisamente en manos de unos chinos. Lo dijo uno de esos borrachos, que estaban con él en el bar...
Le preguntó:
¿Que dices?
El otro medio avispado, le contestó...
Así me lo contó, un cocinero chino, en el barco en que llegué al país.
¿ estas seguro?
Sip. Le contestó el otro y te digo más, esos chinos viven en Santiago, en Chile...a continuación, hipando se quedó dormido.
El, con la sorpresa se le espantó la borrachera... salió casi corriendo del bar...se dirigió a la pensión de mala muerte y de ahí empezó a planear su viaje a Chile, a Santiago, la capital del país.
Cuando llegó al país sudamericano, pasó por Migraciones haciéndose pasar por un comerciante de antiguedades, quizás se le ocurrió, que de esa manera sería más fácil contactar a los chinos que tenían el cuadro con el mapa....
Sin darse cuenta había acertado, por casualidad.
Una vez en Santiago, se contacto con la Embajada china y pudo saber de la colonia de esos habitantes que vivían en el país.
Así fue, como se enteró, de que en Santiago había un lugar, en que se encontraban varias casas de ventas de antiguedades orientales.
La suerte lo siguió acompañando. Porque, recorriendo la Avenida, en donde se encontraban las casas que vendían objetos finos de Oriente, supo que dos chinos, tenían a la venta varios cuadros con motivos de dragones...
Para trasladarse en la ciudad compró un automóvil usado color marrón y empezo a atisbar y hacer una especie de guardia cerca de la casa mde los dos chinos, de los que le habían comentado.
Por eso, Chang Kuo lo tuvo cerca, el día en que ocultó el cuadro en la antigua casa, que ya estaba por ser cerrada. Sin sospechar, que unos ojos astutos lo vigilaban.
Desde ese día, no les perdió pista.
Así fue, como se enteró de la quiebra de la casa de antiguedades, de los dos amigos y que se mudarían a Viña del Mar.
Su plan era a largo plazo, porque sabía, que tendría que tener mucho cuidado.
Los dos amigos que eran su ""presa"" no serían fáciles de engañar.
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