El Comisario Soto, se está tomando un café, en el negocio más conocido, del edificio de Migraciones de Santiago. Elucubra posibilidades, de lo que le ha contado, su amigo oriental Chang Kuo. Se dice a si mismo que a lo mejor el chino se ha asustado por algo que no tiene importancia...o estará medio paranoico, después de que tuvo que soportar la quiebra de su negocio de antiguedades en la capital.
Piensa para si mismo...
""Por ahí puede venir la mano""
Está en eso sentado cómodamente y sorbiendo de a poco su café colombiano...que es el que le gusta; cuando desde un pasillo, aparece Zúñiga con unos papeles en la mano.
¿ Y cómo te fue?...Le espeta Soto...
Zúñiga viene medio pálido...
¿ Sabe jefe?
Este asunto, no es tan claro ni fácil, como Ud piensa.
El Inspector lo queda mirando extrañado...
¿ Por qué dices eso?
Zúñiga le pasa los papeles y contesta...
Lea Ud mismo.
El Inspector Soto comienza a leer y a medida que lo hace se empieza a poner pálido.
¿ La Yakusa metida en todo esto ?
¿La organización criminal más letal de Oriente, es la que persigue a Chang Kuo, a Li San Yi y a la pequeña sobrina de ellos?
Jamás habría pensado en un vuelco así. Entre sus dos amigos chinos y su sobrina y la mafia más poderosa, de que él tenga memoria de haber escuchado enormes atrocidades, cometidas por la organización japonesa...
Se queda allí como paralizado, siente que su rostro pierde color...
Zúñiga ...lo mira y le dice:
¡Inspector, se ha puesto pálido!
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