Mejor lee lo que te dice Esperanza...
Hola Esperanza, los llamados "evangélicos" dicen que los cuatros Evangelios escritos por los apóstoles, en realidad son libros que complementan el Antiguo Testamento judío, pero que para los gentiles no es el Evangelio del Reino.
Pero ¿es esto cierto?... La gran confusión está servida..., pues hacen ver que el Evangelio de Jesucristo era para los judíos y no para los gentiles, pues para justificar esta doctrina dicen que Jesucristo fue enviado "a las ovejas perdidas de la casa de Israel".
Estos "evangélicos" se olvidan de que el mismo que dijo que había sido enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel, también les dijo a sus discípulos:
"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado". (Marcos 16:15-16).
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén". (Mateo 28,19-20).
"Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo 24,11-14).
Porque25 no pudo negar esto :
"(...) en el N.T.también promete seguir matando, en Armagedón".
No es así.
Lo que muestra la enseñanza de Jesús cuando anuló muchos mandatos escritos en el Antiguo Testamento, es que esos mandatos no fueron dados por Él, porque Él no vino a anular la Ley dada a Moisés, lo que Jesús anuló del Antiguo Testamento no eran más que mandatos de hombres.
Recuerda que Jesús dijo:
Mateo 5:17-18
No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas (........)
Y Jesús mismo nos enseñó que la Ley y los profetas era la siguiente:
Mateo 7:12
Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas. [SIZE=4]
[/SIZE]Entonces, la Ley que en verdad fue dada por Dios a Moisés no son los mandatos escritos en el Antiguo Testamento que ordenaban a los hombres hacer daño y matar a las persons, pues esos mandatos son totalmente contrarios a esta Ley del Evangelio. Lo que coincide perfectamento con esta Ley del Evangelio recordada en Mateo 7:12 son los mandamientos que Jesús nos enseñó cuando predicó el Evangelio, que mandan no hacer daño ni matar a las personas, sino perdonarlas, amarlas y tener misericordia con todos. Así que, Esperanza dice la verdad cuando dice:
Así e, porque Jesús es Dios mismo que se hizo carne, y cuando predicó el Evangelio, nos enseñó los mandamientos que en verdad fueron dados por Él mismo en el tiempo de Moisés. Así que nunca Él no dio mandatos que ordenaban a los hombres hacer daño y matar a las personas, pues sus verdaderos mandamientos son los misericordiosos mandamientos que Él mismo nos enseñó cuando predicó el Evangelio.
Dios acabará con el mal y son los malvados que nunca se arrepenten y siempre quieren seguir haciendo daño a las personas, entonces esos malvados son los que morirán (dejarán de existir). Dios tienen toda la autoridad sobre la vida de todos, porque sólo Él conoce los corazones, pero lo que estamos diciendo es que los hombres no deben matar y que Dios no ordenó a los hombres matar a las personas. Los mandatos del Antiguo Testamento que ordenaban a los hombre matar no eran más que mandatos de hombres, no de Dios, pues los mandamientos que en verdad fueron dados por Dios, son los misericordiosos mandamientos del Evangelio.
""Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias.
¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide.
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede. (1ª CORINTIOS 7
MENTIRA: Dios se la ordenó a Abraham, y a todos sus descendientes en Gén. 17 :
7 Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.
8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos.
9 Dijo de nuevo Dios a Abraham: En cuanto a ti, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti por sus generaciones.
10 Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.
11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros.
12 Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por vuestras generaciones; el nacido en casa, y el comprado por dinero a cualquier extranjero, que no fuere de tu linaje.
13 Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu dinero; y estará mi pacto en vuestra carne por pacto perpetuo.
14 Y el varón incircunciso, el que no hubiere circuncidado la carne de su prepucio, aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi pacto.
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