Seguimos con el tema del amor que vivían los primeros cristianos...
CARPÓCRATES: Se sabe muy poco de Carpócrates, sólo lo que nos cuentan sus perseguidores. La comunidad cristiana que lleva el nombre de este cristiano (los carpocratianos) (siglo II - VI, aprox.) fue fundada, según fuentes, por su hijo Epifanio, nacido de Marcelina, mujer cristiana famosa en Roma por la libertad que profesaba.
Los carpocratianos practicaban la comunidad de bienes y de mujeres. Para Carpócrates, el hombre es redimido por la fe y el amor, y afirmaba que Jesús no vino a cumplir la ley judía.
EPIFANIO: Epifanio, hijo de Carpócrates, vivió alrededor de la segunda mitad del siglo II en Alejandría. Se cree que murió muy joven. Enseñó una comunidad de bienes y de mujeres.
Escribió el libro de la comunidad cristiana de los carpocracianos, titulado "Tratado Sobre la Justicia". De este libro sólo quedan algunos fragmentos, y de estos fragmentos escogemos unos párrafos:
“Y es así que la propiedad de las leyes corta y devora la comunidad de la Ley divina, por no entender la sentencia del Apóstol, que dice: “Por la ley conocí la iniquidad” (Romanos 7,7). Y por las leyes dice haberse metido lo de “mío” y “tuyo”, de suerte que por ellas ya no es lícito usar de lo común, ni de la tierra, ni de los bienes, ni del matrimonio.
Dios hizo, en efecto, comunes para todos las viñas, que no rechazan ni al pájaro ni al ladrón, y lo mismo el trigo y los otros frutos. Ahora bien, la comunidad y la igualdad violada engendró al ladrón de animales y frutos.
Al hacer, pues, Dios todo común al hombre y al unir comúnmente la hembra al macho y al juntar igualmente a todos los animales, puso de manifiesto que la justicia es la comunidad con igualdad. Mas los así nacidos renegaron de la comunidad que une su propio nacimiento. Y dice: “si se casó con una, téngala, pudiendo ser comunes todas, como lo muestra el resto de los animales”.
Habiendo dicho esto literalmente, literalmente añade: “Porque infundió en los machos el intenso y vehemente deseo para la conservación de las especies; y ese deseo no puede destruirlo ni la ley, ni la costumbre, ni otro ser alguno, pues es decreto de Dios”.
GIOVANNI PAPINI DEFIENDE LOS SENTIMIENTOS DE EPIFANIO:
El famoso escritor Giovanni Papini, sensible ante la persecución contra los primeros cristianos, escribió "JUICIO UNIVERSAL" (1940), donde presenta en un supuesto juicio a Epífanes (un juicio imaginario entre quien acusa a Epifanio, y Epifanio defendiéndose de tal acusación). De este diálogo escogemos unos párrafos:
«Ángel.- ¿Reconoces verdadera, Epífanes, tu fama de apologista de la más desenfrenada disolución?
Epífanes.- Tú denominas fama a lo que sólo fue leyenda de ignaros y calumnia de enemigos...... Compuse, ciertamente, antes de morir una obra sobre la justicia, en la que, siguiendo las huellas de Carpócrates, mi padre, demostraba que Dios hizo común a todos y a todos igualmente, a despecho de las humanas diferencias, les concedió la luz del sol, la posesión de la tierra, las alegrías de la carne y del espíritu.
Hombres avaros y malignos establecieron límites y prohibiciones bajo el nombre de leyes y para usurpar injustamente lo que Dios había dado a lo universal, introdujeron el maldito tuyo y mio y pusieron el temor como guardián del exceso.
La ley humana era, pues, para mí, la negación de la Justicia Divina; la muerte de la ley era la resurrección y el triunfo de la verdadera justicia. Todos tenían derecho al libre goce de lo que el hombre, creado por Dios, desea y anhela......"
"También el matrimonio me parecía un ilegítimo abuso de propiedad fundado en el egoísmo de los celos y en el legalismo de los hipócritas. Afirmaba, por esto, que también las mujeres deberían convertirse en bien común de todos aquellos que las apetecían y que no repugnasen a ellas por algún motivo razonable........"
"Primer fin de mi libro era la reivindicación de la voluntad de Dios contra la injusticia de las humanas leyes.
Soñaba con que todos los hombres pudieran formar una inmensa y única familia y lo tuviesen todo en común, que lo gozase todo en amigable armonía, todo lo distribuyese fraternalmente, según los deseos y las necesidades, fuera de los odiosos estorbos de la propiedad de los particulares. Quería, en suma, alegría y libertad para cada hombre y para cada mujer.
Era un ingenuo sueño de adolescente que ignoraba la perversidad de la especie humana........"
"De todas formas creo que será manifiesta a Dios la candidez de mi alma y de mi fe, y que Él sabrá vengar mi inocencia contra la mala fe de los mancilladores».
Estos párrafos del libro de Papini nos reflejan el concepto que tenía este escritor de Epifanio. Como vemos, no todos tienen el mismo concepto de aquel cristianismo tachado de herejía... Igualmente, no todos tienen el mismo concepto de este "cristianismo" judaizante y legalista que a nosotros nos ha tocado vivir en este siglo.
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