Machismo dentro de los 10 mandamientos
Los fundamentalistas hablan que los 10 mandamientos son la ley más perfecta, justa y moral. ¿Es esto verdad? Examinemos pues el décimo mandamiento, tal como está en la Biblia:
Éxodo 20: 17
No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Note como el mandamiento pone a las mujeres como propiedad del hombre, de la misma manera como lo son los bueyes y los asnos. Note que dice “no codiciaras la mujer de tu prójimo”, pero no dice a la mujer: no codicies el esposo de otra mujer, pues según la Biblia, la mujer es un objeto, es propiedad del hombre. Aquí también hay otra cuestión que demuestra la imposibilidad de basar una moralidad basada en la Biblia en el siglo XXI, pues el mandamiento es permisivo con la esclavitud al ordenar “no codiciarás el siervo del prójimo”.
Y que dijo Jesús sobre las normas machistas del Antiguo Testamento. Las palabras exactas de Jesús sobre cualquier tema serán un misterio, porque lo registrado en los evangelios se escribió muchos años después de su muerte. Pero asumiendo que estos registraran su opinión tomemos lo dicho en Mateo 5:17. “No penséis que he venido a abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.”
¡La Biblia ordena matar a tu esposa si resulta no ser virgen!
“Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere, (…) y dijese: A esta mujer tomé, y me llegue a ella, y no la halle virgen; entonces el padre de la joven y su madre tomaran y sacaran las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad en la puerta; y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este joven y él la aborrece; (…) pero ved aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderá las vestiduras delante de los ancianos de la ciudad. Entonces los ancianos tomaran al hombre y lo castigaran; y le multaran en 100 piezas de plata (…) Más si resultase verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacaran (…) y la apedrearan los hombres de la ciudad, y morirá…”
—Deuteronomio 22: 13-21
Note que la pobre mujer no tiene muchas esperanzas de salvarse. Primero tiene que mostrar que en su primera relación con su esposo, perdió la virginidad, por lo que tiene que llevar la sabana manchada de sangre. Ahora, que si este procedimiento -totalmente vergonzoso para ella— no es posible, ella morirá apedreada, sin ninguna posibilidad de considerarse inocente. Pero si el marido miente tan solo le multaran con 100 piezas de plata. Ahora imagínese usted. ¿qué les sucedió a todas aquellas jóvenes que siendo vírgenes tenían el himen roto, por algún accidente? No puede ningún cristiano decir que este mandato no es machista. ¿Puede una persona racional considerar que la Biblia es útil en nuestros días como fuente de consejos? ¿Y más aún que todo lo que dice tiene que creerse?
Los adventistas, evangélicos, bautistas, Testigos de Jehová, pentecostales y cientos de creyentes seguidores de la Biblia predican que este libro es inspirado por Dios, y que por lo tanto constituye la Palabra de este ser. Si esto es así ¿qué pueden decirnos sobre textos tan machistas como Deuteronomio 21: 11-14 y Deuteronomio 22:13-21, entre otros? Con los creyentes que he tenido la oportunidad de platicar me han dicho que estas normas deuteronómicas ya no tienen validez para los cristianos, que eran solo para los judíos. Aducen que con Cristo las normas del Deuteronomio y el Levítico (quinto y tercero libro de la Biblia respectivamente) quedaron abolidas. ¿Y en qué parte de la Biblia lo dice explicita y claramente? ¿En que versículo del Nuevo Testamento revierten y condenan el machismo o la esclavitud avalada en el Antiguo Testamento? ¡No lo hay! Y de hecho ya cité versículos machistas en el Nuevo (Efesios 5: 22 & 23; 1 Corintios 14: 34 & 35; Romanos 7: 2, entre otros.) ¿Y si es cierto que con Cristo quedó abolida la ley de Moisés entonces porque los cristianos citan en sus libros, sermones y estudios bíblicos otros textos del Levítico y el Deuteronomio para avalar el cumplimiento de ciertas cosas? Por ejemplo citan Deuteronomio 23:19 para prohibir que los miembros de la congregación cobren interés a los prestamos hechos a sus correligionarios, o Deuteronomio 22:5, para prohibir que las mujeres usen prendas de hombre. Más exactamente para prohibir que usen pantalón (en algunas Iglesias), o Deuteronomio 23:17 y Levítico 18:22 para expulsar de la Iglesia a un homosexual o Deuteronomio 14:22-23 y Levítico 27:30-32 para legitimar el cobro del diezmo (Esto último los pastores no lo consideran abolido. ¡Jamás! Nunca lo han pensado. ¿Cómo abolir la norma levítica y deuteronómica que les genera sus abultados ingresos libres de impuestos?).
Abolidas o no, no hay razón para que durante todos los siglos transcurridos antes de la supuesta derogación hecha por Jesús las mujeres que vivieron bajo el Antiguo Testamento fueran relegadas, silenciadas y apedreadas. ¿Qué dirían los creyentes en el dios de la Biblia durante el Antiguo Testamento cuando se le cuestionaba la justicia de estas normas? ¿Dirían ellos: “No importa que ahora hayan normas que releguen a la mujer en un segundo lugar.
En unos siglos vendrá Jesús, el Mesías y derogará estas normas”? Entonces el dios de la Biblia aplicó discriminación sexista en una época y en otra no.
Más injusticias entonces. Pero no nos mintamos. Antes y después del Nuevo Testamento las instituciones judeocristianas han sido principalmente machistas, como lo son los grupos judíos que siguen ortodoxamente el Antiguo Testamento, como la comunidad Haresí. La Biblia y su dios Jehová o Yavhé discriminan de entrada a la mujer, la criminaliza y las castigan a todas, aún las que están sin nacer con los dolores del parto, a causa de una sola. Mejor trataba el dios Zeus a las mujeres y mejor suerte habrían tenido las mujeres si la mitología griega y no la judeocristiana se hubiera vuelto, por los giros de la historia, en la superstición de la mayoría, es decir en lo que ahora llaman la “religión verdadera”.
“A la mujer dijo (Dios): Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolores darás a luz a los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreorá de ti”.
—Génesis 3:17
Otras versiones traducen la expresión “y tu deseo será para tu marido” como “Tu voluntad será sujeta a la de tu marido”. Salió la primera mujer del mítico Edén con la carga del machismo para siempre, para sus hijas y para sus nietas y bisnietas. Bien lo dijo Elizabeth Cady Stanton: “La Biblia y la Iglesia han sido los mayores obstáculos en el camino de la emancipación de la mujer”
Cuando los ateos y agnósticos discutimos con los cristianos cuestiones que han generado polémica en nuestros días como la eutanasia, el aborto en las primeras ocho semanas, o el matrimonio gay, es corriente que los creyentes se remitan a la Biblia como fuente de normas y última palabra. ¿Pero, se puede tomar este libro como una fuente moralmente confiable cuando tiene textos tan retrógrados como los que acabamos de leer? ¿Si toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia (como lo dice 2 Timoteo 3:16) deberíamos entonces seguir el consejo de Deuteronomio 22:13-21 y apedrear a las mujeres que al casarse no fueran vírgenes o que simplemente tuviesen el himen roto?
¿Deberíamos segregar y evitar cualquier opinión o pregunta por parte de las mujeres en las congregaciones como lo indica 1 Timoteo 2:11-15? ¿Son estos textos abiertamente discriminativos una forma de “instruir en justicia” como lo afirma 2 Timoteo 3:16? ¿No sería mejor tener una discusión de corte humanista secular?
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