Gritan, BERREAN, abusando de los micrófonos. Y molestan a los vecinos inconversos. Lo sé porque lo viví cuando era pentecostal.
Pero si se les daña el micrófono, o los altoparlantes, o si hay un apagón, se les acaba la "unción". Ya no berrean. Y hacen todo lo que esté a su alcance para reparar el desperfecto técnico.
Para que vean. Sus vociferaciones sólo sirven para impresionar y acondicionar al público, para someterlo, y para que dé más ofrendas.
No se dejen engañar.
A este gritón, lo conocí yo en Puerto Rico :
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