La Biblia no tiene nada que ver con las enseñanzas de la Iglesia a la que perteneces, ni esa Iglesia ha sido jamás portadora de la verdad de Cristo y sus discípulos. Yo no sigo a hombres, sino las enseñanzas de las Escrituras.
Más le vale adherirse a la Palabra de Dios y abandonar las enseñanzas humanas que mienten sobre la verdad que Jesús enseñó así como sus discípulos. Para eso tenemos la Biblia. La Iglesia suya se pone en la posición de Dios y confunde a los hombres sobre la verdad, acarreándose juicio adverso y a todos los que los sigan.
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