Difícilmente haya un concepto tan controvertido como Cultura. De hecho, para mediados del siglo pasado, se habían compilado más de trescientas definiciones. Y cada día se siguen incorporando nuevas, de acuerdo a los abordajes. Pretendemos aquí, no precisamente dar una definición del concepto, sino descubrir con la ayuda de los autores destacados que han analizado el tema, cómo operar en Cultura. Es decir, trataremos de asomarnos a la forma en que "lo cultural" funciona en el ámbito social y de qué manera lo influye, modifica y potencia.
En su libro "Diferentes, Desiguales y Desconectados – Mapas de la interculturalidad", el argentino Néstor García Canclini retoma deliciosa y minuciosamente la cuestión de las múltiples definiciones de Cultura, término que venimos abordando de distintos modos en este espacio.
Justamente en el Capítulo I: "La cultura extraviada en sus definiciones", Canclini señala que en 1952 dos antropólogos, Alfred Kroeber y Clyde K. Klukhohn, recolectaron casi 300 maneras de definirla. Y también Melvin J. Lasky, quién desconocía el trabajo de los anteriores, publicó un avance de un libro en preparación, para el cual dice haber recogido en diarios alemanes, ingleses y estadounidenses, 57 usos distintos del término cultura.
Pero lo realmente interesante es el relevamiento que realiza y lo que él denomina las vertientes contemporáneas:
- Todas las prácticas sociales contienen una dimensión cultural, pero no todo en esas prácticas sociales es cultura.
- García Canclino plantea la necesidad de contar con una definición sociosemiótica de la cultura. Agrega una definición operativa: "la cultura abarca el conjunto de los procesos sociales de significación, o dicho de un modo más complejo, la cultura abarca el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y consumo de la significación en la vida social".
¿Es tan difícil encontrar una definición de Cultura, tal como hallamos definiciones concretas en la Física o las Matemáticas?
Resumimos aquí un texto del sociólogo Juan Carlos Barajas Martínez
de si sitio web: sociologiadivertida
bajo el título: “El Algoritmo del Museo Británico”
Marzo de 2017
… “El matemático francés Émile Borel, en 1913, en su libro “Mécanique Statistique et Irréversibilité” usó la metáfora de los monos (de vida infinita) para ilustrar la magnitud de un acontecimiento extraordinariamente improbable. De hecho esa idea desembocó – y no es cachondeo - en el Teorema del Mono Infinito que afirma que un mono pulsando teclas al azar sobre un teclado durante un período de tiempo infinito “casi seguramente” (7) podrá escribir cualquier libro que se halle en la Biblioteca Nacional de Francia. Como podéis observar cada uno arrima su formulación a su biblioteca nacional. Por cierto este teorema es serio y tiene demostración. La idea es: con tiempo infinito, de manera aleatoria, se puede conseguir cualquier cosa.
Estamos hablando de orden físico, de entropía ( 8 ). El Universo se autodefine combinando soluciones que, unas funcionan y siguen en su evolución, y otras que son caminos cerrados y se extinguen.
Cierto que el Universo no ha dispuesto de un tiempo infinito, sólo de 13.700 millones de años, pero no está mal el ratito, sobre todo si lo comparamos con la vida media de una persona.
Una de las cosas que nos distinguen a los humanos del resto de los seres vivos conocidos es nuestra capacidad para desarrollar una cosa que llamamos cultura. La cultura es un conjunto de conocimientos que permiten a las sociedades adaptarse al medio en el que viven con la utilización de todo un arsenal de medios materiales e instrumentos muy diversos que permite a las personas elevarse por encima de las posibilidades originarias fijadas por la lógica natural. Mediante la cultura los humanos recreamos un ambiente propio, que nos proporciona una gran autonomía sobre la naturaleza, con la cultura nos separamos de nuestra propia evolución, aunque a su vez – y paradójicamente – quedamos atrapados por la nueva lógica de nuestra obra histórica. Como dice el sociólogo español José Félix Tezanos, el ser humano es al tiempo artífice y esclavo de sus creaciones culturales.
Con el invento de la cultura las personas intentamos rebelarnos contra la naturaleza, seguir nuestro propio camino para resolver nuestros problemas y en un momento dado empezamos a pensar – allá por los tiempos de Bacon y Galileo (10) - que éramos lo suficientemente fuertes como para dominarla, explotarla y someterla.
De esta manera, siguiendo nuestra lógica cultural, cuando resolvemos un problema concreto, no aplicamos el algoritmo del Museo Británico, no disponemos de tiempo infinito – la esperanza de vida en el planeta Tierra es de 69,6 años (11), no ponemos una hoja de papel en nuestra máquina y empezamos a teclear sin tino, sino que estudiamos los problemas, los analizamos, los sintetizamos y parimos la mejor solución que encontramos.
Y así buscamos siempre la solución menos costosa, la que menos esfuerzo requiere, buscamos maximizar y minimizar según el caso, optimizar según las circunstancias. Pero, al hacer las cosas de esta manera y no poder hacerlas de otro modo, perdemos la visión que la Naturaleza tiene de las cosas, perdemos la perspectiva completa, holística, de cada cosa en función de todas las demás del Universo y claro, producimos los efectos colaterales.
Creamos el motor de combustión interna, magnífico para desplazarnos a velocidades muy superiores de las que podemos alcanzar con las características físicas que la Naturaleza nos dotó, pero contaminamos el aire. Curamos con un medicamento un tumor pero fastidiamos al hígado. Y, al contrario, buscamos un sustituto del marfil y encontramos el celuloide, buscamos algo para criar bacterias y descubrimos la penicilina que las mata, buscamos las Indias y encontramos las Américas (12). Creamos un motón de efectos no deseados, no como la Naturaleza que tardará millones de años pero encuentra la manera de criar bacterias o de matarlas de forma natural, y lo hace como nadie.
...
Juan Carlos Barajas Martínez
Sociólogo
CITAS
7) “Casi seguramente” es un término matemático para expresar certeza dentro de un conjunto de valores que cumplen una propiedad, pero que no existe dicha certeza fuera del conjunto. No es que lo entienda muy bien pero aquí os pongo el enlace de la Wikipedia en francés por si queréis ampliar pulsad aquí y dentro ir a “presque sûrement”.
( 8 ) En termodinámica, la entropía (simbolizada como S) es una magnitud física que, mediante cálculo, permite determinar la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo. Coloquialmente, suele considerarse que la entropía es el desorden de un sistema, es decir, su grado de homogeneidad. La segunda Ley de la Termodinámica dice: la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo.
(9) Por si esta frase coloquial no se usa en Latinoamérica, “A si se las ponían a” seguido del nombre de un monarca, que suele ser Felipe II, casi todos los Carlos (I, III, IV y V), y Fernando VII, viene a significar que cuando se es poderoso todo son facilidades. El origen más serio de la frase, según el académico José María Iribarren de la Real Academia de la Lengua y de la Real Academia de la Historia, es el siguiente: Fernando VII era un gran aficionado al billar, y no por ello buen jugador, pese a que consumía muchas horas taco en ristre. Sus colaboradores más directos sabían de la incurable egolatría regia y aprovechaban los 'descuidos' del monarca para recolocar las bolas en una disposición más sencilla para el 'lucimiento' del monarca. Éste, aparentemente ajeno a la maniobra, se dedicaba a rematar la faena con el aplauso de los pelotas de turno.
(10) Me refiero a Francis Bacon (1561-1626) y Galileo Galilei (1564-1642) por sus aportaciones al concepto moderno de ciencia y al método científico.
(11) Según datos del Banco Mundial
(12) Al hecho afortunado de ir buscando una cosa y descubrir o encontrarse con otra se le conoce como serendipia. No es voz admitida por el DRAE.
Gracias por tu opinión y aporte.
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