Armando Alducín no es católico y solo tiene la Biblia como referencia; desacredita a San Juan Crisóstomo sin ningún motivo histórico para ello.
En esta página web que no he podido reproducir se habla del no "antisemitismo" de san Juan Crisóstomo:
http://www.preguntasantoral.es/2011/01/san-juan-crisostomo/
Añado este texto de la wikipedia declarando su no antisemitismo:
Tal es el caso de su interpretación del salmo 106:37 donde afirma: «Sacrificaron a sus hijos e hijas a los demonios, ultrajaron la naturaleza y derribaron de sus fundamentos las leyes familiares. Son peor que las bestias salvajes y sin razón alguna asesinan a su propia descendencia para rendir culto a los vengativos demonios, los cuales son los enemigos de nuestra vida». No obstante, en otros casos las acusaciones están tan fuera de la realidad que sólo pueden ser clasificadas de delirantes: «Las sinagogas de los judíos son las casas de la idolatría y los demonios, aun cuando no tengan imágenes en ellas»; «Los judíos no adoran a Dios sino a los demonios»; «Todas sus solemnidades son inmundas»; «Dios los odia y siempre los ha odiado. Desde que mataron a Cristo no les ha dado tiempo para el arrepentimiento».6 7
Sin embargo, el primer editor benedictino de las homilías, Bernard de Montfaucon, incluyó la siguiente nota al título Adversus Judaeos: «Un discurso contra los judíos, pero pronunciado contra aquéllos que fueron judaizantes y mantenían los ayunos con ellos [los judíos]».8 Como tal, se afirmó que el título original tergiversa el contenido de los discursos, los cuales muestran que los objetivos primarios de Juan Crisóstomo eran aquellos miembros de su propia congregación que continuaban observando las fiestas y ayunos judíos. Sir Henry Savile, en su edición de 1612 de las Homilías 27, Volumen 6, daba también el título: Discurso de Crisóstomo contra aquellos que eran judaizantes y observaban sus ayunos.
Según algunos estudiosos de la Patrística, la oposición a cualquier punto de vista particular a finales del siglo IV se expresó convencionalmente a través de la utilización de la forma retórica conocida como psogos,9 cuyas convenciones literarias consistían en vilipendiar a los opositores de manera inflexible, por lo que calificar a Juan Crisóstomo como un «antisemita» es anacrónico, e incongruente con el contexto y registro histórico.10 Avery Dulles retomó la argumentación de Wilken que señalaba que sería mejor llamar a esas predicaciones Homilías contra los judaizantes, ya que los principales adversarios eran los cristianos que observaban aspectos de la ley judía y celebraban las fiestas con los judíos.
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