Debido a la comunidad de origen, el género humano forma una unidad. Porque Dios "creó [...] de un solo principio, todo el linaje humano" (Hch 17,26; cf. Tb 8,6):
«Maravillosa visión que nos hace contemplar el género humano en la unidad de su origen en Dios [...]; en la unidad de su naturaleza, compuesta de igual modo en todos de un cuerpo material y de un alma espiritual; en la unidad de su fin inmediato y de su misión en el mundo; en la unidad de su morada: la tierra, cuyos bienes todos los hombres, por derecho natural, pueden usar para sostener y desarrollar la vida; en la unidad de su fin sobrenatural: Dios mismo a quien todos deben tender; en la unidad de los medios para alcanzar este fin; [...] en la unidad de su Redención realizada para todos por Cristo (Pío XII, Enc. Summi Pontificatus, 3; cf. Concilio Vaticano II, Nostra aetate, 1).
11.- El primer hombre fue creado por Dios.
12.-El hombre consta de dos partes esenciales: el cuerpo material y el alma espiritual. [DEF]
13.-El hombre no posee más que una sola alma racional. [DEF]
14.-El alma racional es inmediatamente la forma sustancial del cuerpo. [DEF]
15.- Cada hombre posee un alma individual e inmortal.. [DEF]
16.-Dios ha señalado al hombre un fin último sobrenatural. [DEF]
26.-Dios, al principio del tiempo, creó de la nada unas sustancias espirituales que son llamadas ángeles. [DEF]
27.-La naturaleza de los ángeles es espiritual. [DEF]
28.- Los espíritus malos (demonios), fueron creados buenos por Dios, pero se hicieron malos por su propia culpa. [DEF]
29.-La misión secundaria de los ángeles buenos es proteger a los hombres y velar por su salvación. [DEF]
30.- El diablo, por razón del pecado de Adán, posee cierto dominio sobre los hombres. [DEF]
Dios interviene directamente en el momento de la concepción de cada ser humano creando un alma inmortal (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, SPF
. El alma, por lo tanto, no es «producida» por los padres. Es inmortal (cf. Cc. De Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte y esta destinada a unirse de nuevo con el cuerpo en la resurrección final (cf Cat.I.C. 366).
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