El hecho de que Dios permita que sucedan ciertas cosas, como el cambio de la Ley que Él había dado, no significa que sea flojo ni impotente. Dios permitió que su Ley fuera cambiada por los escribas judíos para que veamos hasta dónde puede llegar la rebeldía de los hombres. Tú no andas lejos de aquellos judíos que se burlaban de Jesús, pues todas tus blasfemias contra Jesucristo son abominables.
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