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Ciro
El que los ricos den las tierras a los pobres no va a hacer que haya paz en la tierra. Ni van a salvar a los pobres del infierno, ni hace que los ricos se salven, ni el predicar va a hacer que vosotros os salvéis, porque es algo externo, sin sentido, no tiene ningún valor redentor. Dios no da el sentido que vosotros le dais a las escrituras.
Para salvarnos es necesario que nos congreguemos en la ICAR. No nos podemos salvar los unos sin los otros, no nos salvamos por nuestras obras, ni por nuestra fe. Nos salvamos por la Redención de Cristo que quiso dejar en la tierra a su Iglesia para que através de ella nos salvemos, pues en ella se encuentran todas las gracias para la salvación.
Y esto no se da en vuestra predicación, que es solamente humana. Vuestra predicación elimina toda acción del ES, pues vosotros estáis sustituyendo, impidiéndole, su acción en el hombre a quien queréis salvar. No salva el dar todo a los pobres, no salva el predicar la palabra, no salva ambas cosas, el hombre no puede salvarse haga lo que haga, salva el poder de Dios no el poder humano, de ahí el reconocer que no podemos hacer nada grato ante Dios, si Dios no se ve dentro del hombre.
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