Así es, Esperanza. No somos nuestros, somos de quien nos necesite. Lo que tenemos es de quien lo necesite.
Los profetas de Dios siempre respetan los mandamientos de Dios que mandan amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo. Pero aquellos habitantes del mundo en tiempos de Noé estaban corrompidos. Eran gente mala, y por eso murieron. Solamente sobrevivieron los que tenían buena voluntad: 8 personas.
Los malvados hijos del diablo sólo viven para hacer daño a sus semejantes. Por eso, Dios acaba con ellos, para que dejen de hacer daño a los que tienen buena voluntad. Pero cuidado: El Juicio de las naciones, es Dios, y únicamente Dios, el que tiene autoridad para hacerlo, porque sólo Dios conoce los corazones.
Los hombres de buena voluntad ya tienen los mandamientos de Dios que les dicen: "NO MATARÁS" y tener misericordia con todos.
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