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Davidmor
Una parte de la Ley decía: “Padres no deben ser muertos a causa de hijos, e hijos no deben ser muertos a causa de padres. Cada cual debe ser muerto por su propio pecado”. (Deuteronomio 24:16.) Estas instrucciones eran para los jueces israelitas que trataban casos legales. Los jueces no podían leer el corazón. Tenían que tratar cada caso sobre la base de la conducta del implicado, establecida por los hechos.
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