Esta mañana mi hijo y mi mujer se han metido en una discusión acerca de si la moral reside en la "intención"; si, dicho de manera más problemática, la intención es causa de moralidad. Mi mujer está profundamente influida por la idea de que el bien está en hacer lo correcto; mi hijo, que se considera a sí mismo “indeterminista” (*), piensa que la intención es buena si se basa en un bien.
(*) Indeterminista en tanto lo opuesto a una determinación genética. Mi hijo piensa que el error de los deterministas está en "la ilusión de que la determinación es algo histórico", que pesa más de lo que pesa; dicho de otro modo, la esencia de su historicidad estaría desmedida.
Mi hijo es adolescente y piensa que la posibilidad no cabe en un concepto. Es paradójico que su crítica al determinismo descanse en la “ilusión retrospectiva” en la que se basa el materialismo (**).
(**) Al hablar de materialismo hablo sólo del materialismo de Spinoza.
“Ilusión retrospectiva” era un término de Benjamin Libet para explicar el desfase temporal de la conciencia. En la reflexión de Spinoza era una ilusión causal que confundía “causa de conciencia” con “conciencia de causa”, un defecto de la construcción de la intuición de la causalidad.
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