¿Puedo contestar?, ¿puedo contestar?, ¿puedo contestar?, anda déjame, por fa, no seas malo y feminista.
¿Puedo contestar?, ¿puedo contestar?, ¿puedo contestar?, anda déjame, por fa, no seas malo y feminista.
... adelante mi estimadisimo Ciro
¡¡ Que la caridad te haga siervo, ya que la verdad te hizo libre. | San Agustín!!
Shetland, se ve que lo que no has comprendido es que Dios es siempre el mismo y dio su ley y sus mandamientos para siempre. Y Jesús es Dios mismo que se hizo carne y nos enseñó los mandamientos que en verdad había dado Él mismo desde siempre y para siempre. ¿Y qué nos enseñó y nos mandó Jesús? Amar a todos, perdonar a los hombres sus faltas, tener misericordia con todos, no matarás y que el que no haya pecado nunca que arroje la primera piedra contra el pecador. Entonces, esto es lo que Dios había mandado desde siempre y para siempre, porque Dios es siempre el mismo, y Jesús anuló del Antiguo Testamento todos los mandatos que ordenaban a los hombres hacer daño y matar a las personas, entonces esos mandatos no fueron en verdad ordenados por Dios sino que eran mandatos de hombres, y por eso Jesús los anuló.
Pero Espada, aún no has entendido que aquí no estamos hablando de lo que Dios haga con los malvados, pues Dios tiene toda la autoridad para acabar con los malvados, porque sólo Él conoce los corazones y sabe quiénes son los malvados y cuándo acabar con ellos. No es de eso de lo que se está hablando. Lo que estamos diciendo es que Dios no ordenó a los hombres matar a las personas. En el Antiguo Testamento se dice que Dios había ordenado en muchas ocasiones a los hombres matar a las personas por diversas causas, pero eso es totalmente contrario a lo que Jesús enseñó cuando predicó el Evangelio. Jesús nos enseñó lo que Dios siempre quiso y lo que realmente fue mandado por Dios a los hombres: que amaran a todos, que perdonaran sus faltas y que tuvieran misericordia con todos.
Cuando Jesús enseñó que el que esté libre de pecado que arroje la primera piedra contra el pecador, dio a entender que nadie tiene autoridad para matar a las personas, ni nunca la tuvo ningún hombre en la historia, porque todos los hombres son pecadores. Sólo Jesús estaba libre de pecado y Él perdonó y no condenó a la mujer que los judíos le trajeron diciendo que ella había cometido adulterio. Y de esta forma, Jesús nos dio el ejemplo de lo que Dios quiere que hagamos todos: perdonar y no matar a nadie.
Lucas 19:27
27 Y también a aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y decapitadlos delante de mí.
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