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Tema: Reminiscencias.

  1. #11
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    Nunca dije que usted no haya dicho nada, dije que no me parecía bien no realizar ningún comentario, es decir, hasta que terminé de escribir la respuesta completa. Con respecto a lo de imperialista es porque Rudyard fue denominado como un escritor del "Imperio", y mezclado con su forma de escritura me causo gracia el juego de palabras. Lo de Sartre y demás conclusiones son tonterías. Su escrito es bueno, me ha gustado... no lo niego y por eso no me pareció justo no dar una respuesta ("no decir nada"). En casi todas las lineas reconozco la obra de Cortazar, mi respuesta le mostrará eso...

    Una pena que me malinterprete y tenga que lidiar con el sopor que me produjo su comentario. Porque me enferma tener que responder de esta manera.

    ¡Ea!.
    PeRCeVaL CiRo.

  2. #12
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    Cita Iniciado por PeRCeVaL Ver mensaje
    Lo de Sartre y demás conclusiones son tonterías. Su escrito es bueno, me ha gustado<br>
    ¡Ea!.
    <br>

    Está bien, a ver en qué quedamos, que corremos el riesgo de licuar neuronas propias y ajenas. le gusta mi escrito ,¿cómo es posible que considere tonterías esencias que hay en él?,ya no sé qué pensar de su juego de palabras, Rudyard defendió el imperialismo sin tanto titubeo. Si seguimos por ahí, debo no sé si alegrarme de que le gusten las tonterías. Digo alegrarme porque a lo mejor los buenos escritos son aquellos que elevan la tontería a categoría del arte, con lo que me manda un piropo, glu¡!

    De eso de saber mucho y yo considero inteligente lo que pueda parecer sin sentido, no sé si elevarlo al Parnaso del despropósito, donde habitan muchos que hablan con un ojo abierto y otro cerrado. De todas maneras,encuentro genial ,que sea capaz de tanta lucidez cuando todavía debe estar impregnado de sopor.

    Pero….¿dónde está la cantante calva?

    Pongamos que no le entendí, es cierto que el primer párrafose puede leer de dos maneras, y que mi susceptibilidad ante algunas quejas de lo que es o no es literatura me cieguen a primeras. El segundo párrafo es una preciosidad y creo que empiezo a entenderlo, EA ¡ PUES Y A OTRO LÍO,…

    Supongo que leyó el cuento, me entusiasma la presión con la que atrapa, Cortázar es experto en esa tensión , comprimiendo mitos y soltando señuelos. La reminiscencia es ante todo una mezcla de memoria y olvido, algo que no tengo muy claro por dónde pende. No sé si se puede decir que es un sentimiento equivocado, o un recuerdo negado, ya sabe la memoria pasiva es autónoma, aparece cuando le viene en gana. Cortázar juega ahí con la misteriosa lealtad que los lectores profesamos, no a él, sino al concepto azteca del monstruo acuático, la similitud de la forma pre-humana, ¿recuerdos o chinoiseries?

    El cuento fantástico necesita el espanto de lo cotidiano, la estructura no es el timón es el ambiente o la esfera de la que se hace la creación, me gusta leer cuentos, me aproximan a un lenguaje casi transparente, leí hace poco una teoría sobre la evolución de la consciencia, empieza con Bergson, pasando por Freud, ya sabe que no tenemos fósil, y por mi parte no me llevo bien con dualidades, pero me atrae la idea de que la consciencia no está dentro sino fuera, y utiliza el celebro como transmisor, no sé si la verdad desnuda es cosa de dioses, ni me importa, lo que me atrae es el sentido de esquizofrenia en la reminiscencia,Platón me hubiera desterrado, pero el conocimiento tiene su aquel. Hay para mi gusto otro cuento que trata la reminiscencia desde su antagonismo, el silencio, El Inmortal de Borges.
    Mientras tanto saludos,

  3. #13
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    Crucé por un punto de la infinita recta que formaba el umbral.
    Me recosté sobre el diván y sonreí. Divisaba el clamor del sol en la madrugada, en su intento tonto de superar la espesa niebla. Estaba atento a mi reloj, ya que no se debería demorar mucho más.
    Tomé un libro apoyado sobre la mesita contigua y comencé a leer azarosamente..

    Sobremesa

    El tiempo, un niño que juega y mueve los peones. HERÁCLITO fragmento 59.

    Carta del doctor Federico Moraes.
    Buenos Aires, martes 15 de julio de 1958.
    Señor Alberto Rojas, Lobos,F.C.N.G.R.
    Mi querido amigo:
    Como siempre a esta altura del año, me invade un gran deseo de volver a ver a los viejos amigos, tan alejados ya por esas mil razones que la vida nos va obligando a acatar poco a poco. Usted también, creo, es sensible a la amable melancolía de una sobremesa en la que nos hacemos la ilusión de haber sido menos usados por el tiempo, como si los recuerdos comunes nos devolvieran por un rato el verdor perdido.
    Naturalmente, cuento con usted en primerísimo término y le envío estas líneas con suficiente antelación como para decidirlo a abandonar por unas horas su finca de Lobos donde el rosedal y la biblioteca tienen para usted más atractivos que todo Buenos Aires. Anímese, y acepte el doble sacrificio de subir al tren y soportar los ruidos de la capital. Cenaremos en casa, como en años anteriores, y estaremos los amigos de siempre, con excepción de. Pero antes prefiero dejar bien establecida la fecha para que usted se vaya haciendo a la idea; ya ve que lo conozco y que preparo estratégicamente el terreno. Digamos, entonces, el.


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  4. #14
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    Carta del doctor Alberto Rojas.
    Lobos,14 de julio de 1958.
    Señor Federico Moraes.
    Buenos Aires.
    Querido amigo:
    Quizá le sorprenda recibir estas líneas tan pocas horas después de nuestra grata reunión en su casa, pero un incidente ocurrido durante la velada me ha afectado de tal manera que me veo precisado a confiarle mi preocupación. Ya sabe que detesto el teléfono y que tampoco me apasiona escribir, pero tan pronto pude pensar a solas en lo sucedido me pareció que lo más lógico y hasta elemental era enviarle esta carta. Para serle franco, si Lobos no estuviera tan alejadode la capital (un hombre viejo y enfermo mide de otra manera los kilómetros) creo que hubiera vuelto hoy mismo a Buenos Aires para conversar con usted de este asunto. En fin, basta de exordios y vamos a los hechos. Pero antes, querido Federico, gracias otra vez por la magnifica cena que nos ofreció como solamente usted sabe hacerlo. Tanto Luis Funes como Barrios y Robirosa coincidieron conmigo en que es usted una de las delicias del género humano (Barrios dixit) y un anfitrión insuperable. No le extrañará, pues, que apesar de lo acontecido guarde todavía la satisfacción un poco nostálgica de esa velada que me permitió alternar una vez más con los viejos amigos y pasar revista a tantos recuerdos que la soledad va limando inapelablemente.

    Lo que voy a decirle, ¿es realmente una novedad para usted? Mientras le escribo no puedo dejar de pensar que quizá su condición de dueño de casa lo movió anoche a disimular la incomodidad que debía haberle producido el desagradable incidente entre Robirosa y Luis Funes. Por lo que toca a Barrios, distraído como siempre, no se dio cuenta de nada; saboreaba con harta fruición su café, atento a las anécdotas y a las bromas, y siempre pronto a aportar esa gracia criolla que todos le festejamos tanto. En resumen, Federico, si esta carta no le dice nada de nuevo, mil perdones; de cualquier manera creo que hago bien en escribírsela.

    Ya al llegar a su casa me di cuenta de que Robirosa, siempre tan cordial con todo el mundo, se mostraba evasivo cada vez que Funes le dirigía la palabra. Al mismo tiempo noté que Funes era sensible a esa frialdad y que en varias ocasiones insistía en hablar con Robirosa como sí quisiera asegurarse de que su actitud no era el mero producto de una distracción momentánea. Cuando se cuentacon comensales tan brillantes como Barrios, Funes y usted, el relativo silencio de los demás pasa inadvertido y no creo que fuese fácil reparar en que Robirosa sólo

    49

  5. #15
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    aceptaba el diálogo con usted, con Barrios y conmigo, en las raras ocasiones en que preferí hablar a escuchar. Ya en la biblioteca, nos disponíamos a sentarnos junto al fuego (mientras usted daba algunas instrucciones a su fiel Ordóñez) cuando Robirosa se apartó del grupo, fue hacia una de las ventanas y se puso a tamborilear en los cristales.Yo había cambiado unas frases con Barrios —que se empeña en defender las abominables experiencias nucleares— y me disponía a ubicarme confortablemente cerca de la chimenea; en ese momento giré la cabeza sin ninguna razón especial, y vi que Funes se apartaba a su vez e iba hacia la ventana donde aún permanecía Robirosa. Ya Barrios había agotado sus argumentos y miraba distraídamente un número de Esquire , ajeno a lo que sucedía más allá. Una rareza acústica de su biblioteca me permitid percibir con una sorprendente claridad las palabras que se decían en voz baja junto a la ventana. Como me parece seguir oyéndolas, las repetiré textualmente. Hubo una pregunta de Funes: «¿Se puede saber qué te pasa, che?», y la respuesta inmediata de Robirosa: «Andá a saber qué nombre caritativo te dan en esa embajada. Para mí no hay más que una manera de llamarte, y no lo quiero hacer en casa ajena.»
    Lo insólito del diálogo, y sobre todo su tono, me confundieron al punto de que me pareció estar cometiendo una indiscreción y desvié la mirada. En ese mismo momento usted terminaba de hablar con Ordóñez y lo despedía; Barrios serefocilaba con un dibujo de Varga. Sin volver a mirar hacia la ventana, oí la voz de Funes: «Por lo que más quieras te pido que.», y la de Robirosa, cortándola como un látigo: «Esto ya no se arregla con palabras, che.» Usted golpeó amablemente las manos, invitándonos a sentarnos cerca del fuego, y le quitó la revista a Barrios que se empeñaba en admirar una página particularmente atractiva. Entre las bromas y las risas, alcancé todavía a oír que Funes decía: «Por favor, que Matilde no se entere.» Vi vagamente que Robirosa se encogía de hombros y le daba la espalda. Usted se había acercado a ellos, y no me sorprendería que hubiese escuchado el final del diálogo. Entonces Ordóñez apareció con los cigarros y el coñac, Funes vino a sentarse a mi lado, y la conversación nos envolvió una vez más y hasta muy tarde.
    Mentiría, querido Federico, si no agregara que el incidente bastó para malograrme el fin de una velada tan grata. En estos tiempos de amenazas bélicas, fronteras cerradas y codiciables pozos de petróleo, una acusación semejante adquiere un peso que no hubiera tenido en épocas más felices; el hecho de que naciera de un hombre tan estratégicamente situado en las altas esferas como Robirosa, le da un peso que sería pueril negar, aparte del matiz de admisión que, lo reconocerá usted, se desprende del silencio y la súplica del acusado. En rigor, lo que pueda haber ocurrido entre nuestros amigos sólo nos concierne indirectamente. En ese sentido estas líneas suplantan un comentario verbal que las circunstancias no me permitieron en el momento. Estimo demasiado a Luis Funes como para no desear haberme equivocado, y pienso que mi
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  6. #16
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    Sí, sí...

    ¡Los accidentes ocurren!. Le dije, me gustan las copias es como el ideal de "Utopía de un hombre cansado".

    No siga escupiendo, déjelo así. Ha copiado un par de lineas y esta bien, deje de temblar embravecido en las sombras. Hay un pequeño lugar donde es conveniente frenar.

    La realidad es que desde su respuesta se me ha secado la tinta... Esta nueva apuesta tonta me hacen dar ganas de barajar, lastima que estoy con poco tiempo, más para peleas con niños de oro, con espartanos de algodón.

    "
    Análisis de la cuadratura de un circulo mientras estoy leyendo la noche boca arriba.

    Crucé por un punto de la infinita recta que formaba el umbral.
    Me recoste sobre el sofá y sonreí. Divisaba el clamor del sol en la madrugada, en su intento tonto de superar la espesa niebla. Estaba atento a mi reloj, ya que no se debería demorar mucho más.
    Tomé un libro apoyado sobre la mesita contigua y comencé a leer azarosamente..
    "A la mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde". Cuando llegó hasta mí lo vi nacer agitado atravesando la niebla.
    "En la joyería de la esquina vio que eran las nueve menos diez". Cuando se tumbó en el sofá no se percató de mi presencia. Rápidamente rompí el silencio con un saludo, lo cual lo hizo saltar, mientras, asustado en la oscuridad intentaba adivinarme.
    "La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los pantalones".
    Despues de un tensos momentos lo adiviné, pero preferí no pronunciar su nombre. Nos examinamos un rato más, y claramente ninguno obtuvo conclusiones suficientes. Lo invité a caminar por Buenos Aires.
    "Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente". La mañana era fresca, noté que había más árboles de lo que recordaba en esas calles. <<Casi nada es como lo recuerdo>> susurré, él me miró sin sorpresa y me regaló una sonrisa; la conversación se trasladó hacia las reminiscencias, mientras nosotros caminábamos por los brillosos adoquines de las calles del Bajo.
    "

    59

    " Que aparees lo entero y lo no entero, lo convergente y lo divergente, lo concordante y lo discordante, y de todo uno y de uno todo."

    Notesé que ese fragmento es dudoso. No puedo imaginar a Heraclito jugando al ajedrez.

    El arco y la lira. La edad de lo no se qué. Me voy bailando siempre mantengo mi pulso...

    Tengo el libro en mi casa, juntando polvo, pero gracias.

    Lo que si me interesa es: 1) ¿porqué cree que Platón lo desterraría?...
    2) Já!. Con respecto a su opinión de los cuentos fantásticos y Cortazar, la respeto.
    3) Sobre la "teoría de consciencia", dejé a Bergson cuando se me escapo la lechuza, y me parece que él psicoanálisis Freud una pseudociencia por lo que entenderá que pienso sobre lo que pueda ser esa teoría que se desprenda de ese lugar. La obra de Freud, uno de los mejores trabajos sobre "Arte" (soy irónico, por si no capta) que leí es "Moisés y la religión monoteísta".
    4) Existen muchas lineas borgeanas que tratan el tema, se lo deslicé antes pero quizá no se percata, (ojo abierto y ojo cerrado, lo crucial de ese estado es cuando se contempla y no cuando se habla), "la edad de la incertidumbre".
    Última edición por PeRCeVaL; 04/09/2014 a las 10:28
    PeRCeVaL CiRo.

  7. #17
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    Predeterminado Re: Reminiscencias.

    62*
    Hemos de saber que la guerra es común a todos,y que la lucha es justicia, y que todo
    nace y muere por obra de la luc
    No me lo puedo creer!!!!,,BUSCÓ ESO Y ENCONTRÓ ESO!!!!!!! Quise jugar como juega usted, introduje el cuento equivocado (porque lo elegí yo), pensaba seguir con algo mío ,no algo de Cortázar como si fuese mio. El polvo esconde a veces otros horrores posibles, bueno, a mí, a no sentirme por encima de nadie , no me ganani Dios, el problema no es mío si considera Freud una pseudociencia. QueHeráclito no jugará al ajedrez es debido a que “no”, no existe,que no pueda imaginarlo es realmente triste,entiéndame: cuando se vive en un plano, todo lo que se sale es un destierro,algunas partes del círculo son infinitas, los gaussianos mienten con la misma suerte que los pitagóricos, reciclar cuadrados es analíticamente salirse de tono, pero su escrito es una maravilla, sabe tiene razón, soy un espartano de algodón, la pena es que usted me escucha demasiado y yo. ¿Dos pasados? no me caben en los zapatos, de todas maneras gracias, ya tengo materia para captar,Otro día más, me presento a Miss conserva y me jode en el alma que llegue la noche. Le hablé de la escasa importancia de medir amigos imaginarios, ya que la durabilidad del experimento traspasa el pulido de los adoquines, llevo mucho con los ojos y oídos arrancados, ni predigo ni presiento, vivo …..en el país de las citas ,hace milenios que le respeto, no sé si su ironía es tan transgresora cómo usted supone o yo no capto supongo que le molesta, no me extraña, es extraño que todos podamos escribir el Quijote, sentir a Ménard, acojonarnos con Cortázar y sin embargo en esta incertidumbre tan cercana,ser tan extraño que de fantástico llegue a ser propio,fue bonito mientras dudó, ahora ya es rodaballo.Con lo de Bergson , le entiendo. Sabe, soy tuerto,y no me desagradan los espárragos.
    Le canto endecasilabando ;baila, reina bailá, extraño nadar ,
    Gracias, pero no llego ,yo no miento así, por mí…………………………………."
    "—En el fondo —dijo Oliveira— a vos lo que te revienta es que te haya ido a sacar de entre tus pajas cromáticas- "
    De todas maneras, le daré la vuelta a su escrito ,contemplaré lo crucial del lenguaje fantástico.

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