De la misma forma que actuó Hitler, otros abusaron de los indefensos y débiles seres, que no les pusieron resistencia.
«Vi que el amo de esclavos tendrá que responder por el alma de su esclavo a quien ha mantenido en ignorancia; y los pecados del esclavo serán castigados en el amo» (Early Writings, pág. 276).
Como pueden verlo, Gabriel NO quiso contestar mi clara pregunta porque se da cuenta de que NO PUEDE NEGAR que su Señor aprueba el que se le dé muerte a quien haga tropezar a uno de Sus siervos.
"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí..."
En primer lugar, analicemos que significan las palabras hacer tropezar.
Estas palabras quieren decir “poner en peligro de caer”, “detener”, “violar” o “escandalizar”. También se puede definir esta frase como “provocar a la ira”.
Al aplicar estas definiciones a los versículos de la cita, se nota claramente que podemos causar que los pequeñitos que el Señor ama “caigan” o “se aparten” de Dios, y se puede asegurar que el juicio de Dios caerá sobre nosotros si hacemos tropezar a estos pequeños.
" El manto de la religión cubre los mayores crímenes e iniquidades.
“Todo el cielo contempla con indignación a los seres humanos, obra de las manos de Dios, reducidos por sus semejantes a las mayores bajezas de la degradación y puestos al nivel de los brutos. Personas que profesan seguir al amado Salvador, cuya compasión se despertó siempre, que viera la desgracia humana, participan activamente en ese enorme y gravoso pecado: trafican con esclavos y con las almas de los hombres. La agonía humana es trasladada de lugar en lugar para ser comprada y vendida.
Las lágrimas de los piadosos esclavos y esclavas, de padres, madres, hijos, hermanos y hermanas, todo esto está registrado en el cielo. Dios refrenará su ira tan sólo un poco más. Esa ira arde contra esta nación y especialmente contra las organizaciones religiosas que han sancionado este terrible tráfico y han participado ellas mismas en él.
Tal injusticia, tal opresión, tales sufrimientos, son considerados con cruel indiferencia por muchos de los que profesan seguir al manso y humilde Jesús. Muchos de ellos pueden infligir ellos mismos, con odiosa satisfacción, toda esta indescriptible agonía; y sin embargo se atreven a adorar a Dios. Es una burla sangrienta; Satanás se regocija por ella y echa oprobio sobre Jesús y sus ángeles con motivo de tales inconsecuencias, y dice con placer infernal: "¡Estos son los que siguen a Cristo!"
Estos profesos cristianos leen lo referente a los sufrimientos de los mártires, y les corren lágrimas por las mejillas. Se admiran de que los hombres pudiesen endurecerse al punto de practicar tales crueldades para con sus semejantes. Sin embargo, los que piensan y hablan así siguen al mismo tiempo manteniendo seres humanos en la esclavitud.
Y no es esto todo; tronchan los vínculos naturales y oprimen cruelmente a sus semejantes. Pueden infligir las torturas más inhumanas con la misma implacable crueldad que manifestaron los papistas y los paganos hacia los que seguían a Cristo. Dijo el ángel: "En el día en que se ejecute el juicio de Dios, la suerte de los paganos y de los papistas será más tolerable que la de estos hombres." Los clamores de los oprimidos han llegado hasta el cielo, y los ángeles se quedan asombrados frente a los indecibles y agonizantes sufrimientos que el hombre, formado a la imagen de su Hacedor, inflige a sus semejantes. Dijo el ángel: "Los nombres de los opresores están escritos con sangre, cruzados por azotes e inundados por las ardientes lágrimas de agonía que han derramado los dolientes. La ira de Dios no cesará antes de haber hecho beber a esta tierra de luz las heces de la copa de su ira, antes de que haya recompensado a Babilonia al doble. Dadle a ella como os ha dado, y pagadle el doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble."
Vi que el que es dueño de un esclavo tendrá que responder por el alma de ese esclavo a quien mantuvo en la ignorancia; los pecados del esclavo serán castigados en el amo. Dios no puede llevar al cielo al esclavo que fue mantenido en la ignorancia y la degradación, sin saber nada de Dios ni de la Biblia, temiendo tan sólo el látigo de su amo, y ocupando un puesto inferior al de los brutos. Pero hace con él lo mejor que puede hacer un Dios compasivo. Le permite ser como si nunca hubiera sido, mientras que el amo debe soportar las siete postreras plagas y luego levantarse en la segunda resurrección para sufrir la muerte segunda, la más espantosa. (Ellen White.)
Frente a esta horrible perspectiva que le espera: "mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar"
Al parecer eres muy malo en las paradojas y acertijos.
Acá el Señor no está incitando a sus seguidores en dar muerte a aquellos que hacen tropezar a los pequeñitos.
En realidad está planteándoles que su sufrimiento por esa mala acción será proporcional a los crímenes cometidos, y este sufrimiento sería leve si se hunde rápidamente en el mar comparado con lo que le espera en el día de la retribución.
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